Primeramente, aunque los hisopos se crearon para asear ese órgano, en realidad sirven solo para limpiar el pabellón de la oreja. “Lo más recomendable es que la persona utilice papel para limpiarse externamente, hacia afuera” explica Migzai Díaz, otorrino del Instituto Médico La Floresta.
“¿Qué pasa? Las personas tienden a introducir los hisopos y esto lo que hace es -empujar- la cera y causar obstrucción e inflamación”, señala la especialista.
Una de las cosas que se debe tener en cuenta es que la cera que se produce en los oídos es natural, esta permite que el conducto auditivo se mantenga limpio y protegido por el efecto antimicrobiano. Aunque suele tener mal olor, es una característica específica que ayuda a repeler a los insectos. También mantiene lubricada la piel del conducto permitiendo que no se produzca picazón, y se evita la dermatitis y el prurito.
“Muchas personas suelen aplicarse agua oxigenada, gotas de orégano, leche, manzanilla; a mi consulta llegó un paciente que utilizó un limpiador de superficies, creyendo que con eso se podría limpiar el oído, pero no”, criticó la también otoneuróloga.
Así se hace
Si existe obstrucción del canal auditivo que no permite que el paciente pueda oír en su totalidad, afectándolo de manera disminutiva, quien debe realizar la limpieza del mismo es el otorrino.
Este profesional está capacitado para realizar lavados y limpieza del órgano, posee un equipo especializado que se maneja manualmente, en el cual se indica exactamente cómo se debe limpiar el conducto sin poner en riesgo los otros órganos que lo conforman.
Una persona debe asistir a un otorrino por lo menos una vez al año para realizarse una limpieza.
La doctora admite que previo a este procedimiento, “generalmente se le dice a los pacientes que pueden utilizar unas gotas de aceite de bebé ya que ayuda a ablandar un poco la cera del oído”.
En su caso ella utiliza la aspiración de la cera, con ayuda de un equipo conformado por un aspirador y una cánula especial. Este procedimiento no causa dolor ni molestias, aunque sí puede perturbar un poco el ruido que hace.
“Yo recomiendo que la persona no se haga lavados auditivos ya que estos pueden causar por ejemplo, vértigo en la persona, por eso utilizamos la cánula de succión”, dice.
Sumado a todo esto, la médica recomienda evitar introducir otras cosas al oído, como audífonos mínimos. En este caso se deben preferir los que cubren la oreja.
Fuente
Génesis Pérez