El poderoso temporal afecta a los estados de Victoria, Nueva Gales del Sur y Tasmania, en donde las autoridades ya han emitido alertas. Obviamente, ante el peligro de los desbordes de los ríos y lagos. Además, han ordenado evacuaciones localizadas ante los pronósticos de un recrudecimiento de las condiciones meteorológicas en las próximas 24 horas.
En Victoria, unas 9.000 personas están sin electricidad desde ayer después de que los vientos alcanzaran los cien kilómetros por hora en la zona. De hecho, ese fuerte viento causó daños a las infraestructuras energéticas y provocó el derribo de árboles en las carreteras y propiedades. Todo esto, según la cadena pública australiana ABC.
Asimismo, varias localidades del interior están aisladas debido a las inundaciones de sus autopistas. Mientras que, en otras, como la ciudad de Bendigo, los pobladores trabajan a contrarreloj para colocar bolsas de arena para evitar que los desbordes de los ríos destruyan sus propiedades.
“Esto es muy grave”, alertó por la mañana el jefe del gobierno de Victoria, Daniel Andrews, en una rueda de prensa en Melbourne.
“Acabará siendo una de las inundaciones más importantes que hemos tenido en bastante tiempo, por eso nuestros servicios de emergencia se han preparado tanto”, agregó.
“Está lloviendo a cántaros”, dijo por su parte el director ejecutivo del Grand Prix Australia a la emisora 3AW.
Cabe resaltar que, en la Isla Phillip de Victoria, se celebrarán las competiciones de MotoGP entre el 14 y el 16 de octubre.
Con información de la EFE