“Estamos por el diálogo, eso sin duda, incluso es un principio constitucional de política exterior (…) Lo que no podemos es condenar a un gobierno extranjero porque es violar el principio de no intervención”, dijo López Obrador en su habitual conferencia de prensa matutina.
“Debe entenderse que no es un asunto de simpatías, es un asunto que tiene que ver con nuestra política exterior, con nuestros principios de política exterior”, agregó.
La semana pasada, los cancilleres del Grupo de Lima, a excepción de México, instaron a Maduro a no asumir un nuevo mandato el 10 de enero y transferir el poder a la Asamblea Nacional, una petición por la que Caracas acusó a sus firmantes de incitar un golpe de Estado en su país.
La reunión fue el debut del gobierno de López Obrador en el Grupo de Lima y su decisión de no firmar el documento marcó una diferencia con la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018), que tenía un papel más activo sobre la situación de Venezuela.
López Obrador dijo que su administración va a “ser respetuosa de todos los gobiernos y de todos los pueblos del mundo”.
El sábado, el presidente se refirió también al tema al mencionar que México no se inmiscuirá en asuntos internos de otros países “porque no queremos que otros gobiernos, otros países se entrometa en los asuntos que solo corresponden a los mexicanos”.
Los 13 países que firmaron el documento señalaron que no reconocerán al gobierno de Venezuela si Maduro asume un nuevo periodo el próximo jueves, por considerar que se trata de ese mandato surgió de elecciones ilegítimas.
El Grupo de Lima, creado en 2017 -año de protestas contra Maduro que dejaron unos 125 muertos en Venezuela-, está integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía.
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Panorama