I Maduro en Guárico
Esta semana el presidente Nicolás Maduro visitó al estado Apure, para luego, pisar tierras de Calabozo y Camaguán. El Psuv entró en una dinámica de organizar sus actos con 24 horas de anticipación.
Fuentes rojitas coinciden al responder que esta decisión se sustenta en “razones de seguridad”. Más allá de dicha afirmación, algo si es cierto, el chavismo desarrolló una capacidad para organizar y movilizar militantes en poco tiempo. Esa fortaleza no la posee ninguna otra organización política.
No basta tener recursos y medios, que bastante tiene un sector de la oposición. Para estos casos se requiere experiencia, recursos, una red organizada, entre otros.
Las giras de Maduro reflejan una realidad contraria a lo que los troll en redes sociales y algunos medios pretenden hacer ver. Las concentraciones de Calabozo y Camaguán fueron significativas.
Ese infantilismo que caracteriza a los tecleadores de gamelote, no cuenta para el análisis, pues no aporta, más allá de su intolerancia y odio hacia Maduro.
II Muchedumbre
Por su puesto, hay que advertir que la mucha o poca presencia en un mitin no es determinante sobre la intención de voto y resultados al momento de elegir una opción. Sobre esto el analista político, Luis Vicente León alertó del triunfalismo que embarga a algunos.
León señaló que las concentraciones de Capriles en 2013 eran mucho más concurridas que la de la autodenominada “candidata” de un sector de la oposición. Lo dicho por el economista de Datanálisis desató la ira de los cavernícolas de la política, ese 5% que se expresa en redes sociales como en el lejano oeste.
En la política folclórica que caracteriza a este lado del mundo, siempre se pretende minimizar o magnificar las concentraciones. Eso sí lo han manejado muy bien la oposición y el gobierno.
Los actos de calles con fotos que al compararse con las tomas aéreas muestran el contraste. Los que creen engañar, se autoengañan.
III Tablamesa
Mientras la campaña avanza y se acerca la cita, el Psuv no habla de comandos ni de testigos, pues asegura que ya los tienen completos. La oposición y sus nueve candidatos continúa juramentado a sus equipos.
El temor que acompaña a muchos, es la cifra real de mesas y centros. El CNE eliminó algunos centros y aumentó número de mesas en la entidad llanera. En lo que los políticos llaman “tablamesa” se cuentan 15.797 centros de votación y 30.026 mesas de votación para las presidenciales del 28 de julio.
Para cubrir todos los centros no solo se requieren testigos, sino también un equipo de apoyo y sustitución de estos. Algunos saldrán a decir, eso no es nada, ya los tenemos, pues felicitaciones entonces, que siga la fiesta.
IV Los millones en el exterior
Durante mucho tiempo se sembró una ilusión en algunos venezolanos. Se hizo creer que “casi ocho millones de venezolanos que huyeron del malvado régimen votarían en las elecciones”.
Pues ahora se muestran los números reales, menos 70 mil personas podrán ejercer el derecho al voto fuera del país. Incluso en los sitios donde más se trabajó la propaganda y se creo la matriz de opinión inflada, es donde menos votarán.
En el caso de Colombia Migración de ese país tiene registrado a 2.845.706 migrantes, cifras oficiales recientes. De esta cifra 2.055.753 son adultos. Poseen Permiso de Protección Temporal, otros están a la espera y un grueso número están irregulares. Aunque usted no lo crea, el próximo 28 de julio solo podrán votar 7.200 venezolanos en territorio colombiano.
España es otro contraste, recientemente, el gobierno de ese país informó que había entregado a 30 mil venezolanos la nacionalidad española en 2023. Se entiende que los beneficiados poseen residencia legal permanente. Sin embargo, solo podrán votar 7.032 ciudadanos.
En Estados Unidos, donde más fuerte se trabajó para construir esta matriz, la realidad es más dramática, pues allí nadie podrá votar. El invento del gobierno interino y el no reconocimiento del gobierno venezolano cerraron las puertas de la embajada y las posibilidades de votar.
V Bloqueos y baneos
Esta semana la “candidata” María Corina volvió a decir que “cuando ella sea presidente los que están en el extranjero regresarían”. Doble engaño, pero en política todo se vale. La campaña avanza, ya no se muestra el pendón.
El tema comunicacional también está en agenda. El presidente Maduro asegura que es víctima de un bloqueo en redes sociales y una campaña negativa en medios internacionales, así como muchos nacionales.
En el fondo, está reconociendo una falla comunicacional. Luego de muchos años y con la posibilidad de impulsar los medios estatales, el gobierno pierde batallas en redes y hasta en simples grupos de whatsapp.
Por su parte, Machado, quien recorre el país acompañadas de medios internacionales, con una inflada presencia en redes, y con portales posicionados que abiertamente le hacen “propaganda”, esta semana aseguró estar vetada en los medios. El chiste se cuenta y no se cree.
Lo que debió decir es que no la entrevistan en los principales canales de televisión, pero de allí, a asegurar que tiene un veto, es una desfiguración de la realidad. El mismo Rosales denunció en su momento que este sector de la Plataforma posee granjas de robots para atacarlo y desacreditarlo. Eso, por cierto, no cuesta tres puyas.
VI Que necesitamos
“Lo que Venezuela necesita en estos momentos es un conciliador, un reunificador, y no un vengador”. La anterior expresión corresponde a Luis Augusto Romero, secretario general de Avanzada Progresista (AP). El tema de la violencia verbal preocupa a muchos. Las bravuconadas y las amenazas asustan a unos y espantan a otros.
Pocos son los extremistas, que se creen muchos, y que plantean enterrar o pulverizar al otro. Andar recorriendo el país diciendo “vamos a enterrar al socialismo” es una frase cargada de una connotación muy fuerte. Para enterrar a alguien primero debes matarlo, eliminarlo, borrarlo.
Esa puede ser la razón por la cual, este sector radical, no logra sumarse seguidores chavistas en cantidad, ni mucho menos líderes significativos y de peso. Solo individualidades, personas que fueron chavistas y ahora se van al otro extremo, pero que no poseen el liderazgo para arrastrar o sumar muchos votos.
Peor aun, ese sector de la oposición no acepta a quienes fueron chavistas y hoy se enfrentan a Maduro, como es el caso de Andres Izarra, cada vez que declara contra Maduro, la aguas servidas, por decir un eufemismo, se revuelven y arremeten contra este.
Ese sector de la oposición que insulta a milicianos, que se burla de los egresados de la Misión Sucre, que ataca al chavista por recibir una bolsa o por marchar, hoy pretende captar ese voto. Esta como difícil.
VII Ni capitulación ni exterminio
El economista Víctor Álvarez publicó esta semana un texto que no tiene desperdicio, en este explica que “en la solución del conflicto político venezolano ninguno de los actores puede pretender la capitulación incondicional del otro, ni mucho menos el exterminio del contrario”.
Álvarez plantea una disyuntiva: “Si para quien ejerce el gobierno la derrota electoral se convierte en una cadena de persecuciones, juicios y condenas, entonces no tendrá incentivos para entregar el poder”.
Desde esta perspectiva, el analista político se plantea tres aspectos fundamentales: El primero es un acuerdo preelectoral. Pero nada se concreta, ni siquiera un acuerdo para respetar los resultados ha querido ser aceptado.
Lo segundo sería la gobernabilidad entre el 29 de julio y el 10 de enero. En un supuesto triunfo de la oposición, esta seguirá sin asumir el poder por seis meses.
Lo último es más complicado, garantizar que quien gane, gobierne.
Orlando Medina Bencomo CNP 26637 / El Tubazo Digital
Los Tubazos del Domingo / Lecciones y aprendices de la política