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Los viajes de Montenegro: “Los llanos de Guárico”

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Guárico.- Los llanos del estado Guárico constituyen un mundo mágico donde confluyen historias, leyendas y naturaleza fuerte, en un universo de espontaneidad que alegra la vida a todo quien lo visita. Vale la pena ir a los llanos de Guárico, para que conozca bien a la Venezuela profunda y la quiera mucho más, en todos sus aspectos.

HISTORIAS VERDADERAS

Nuestro viaje más reciente a los llanos de Guárico comenzó por el monumental Arco de La Puerta, justo antes de llegar a San Juan de Los Morros, en un desvío de la carretera. El arco fue mandado a construir por el general Gómez, para conmemorar las batallas que ocurrieron en este estrecho lugar. Un poco más allá, en San Juan de Los Morros, se encuentran las aguas termales que tanto le gustaban a Gómez, las cuales todavía se pueden disfrutar en un hotel muy bien mantenido por la gobernación del estado. Uno de los monumentos más impresionantes de Venezuela, pero también de los más olvidados, es la estatua gigante de San Juan Bautista. Cariñosamente conocida como el “Sanjuanote”, este coloso de 19 metros encargado por el General Gómez al escultor Alejandro Colina, vigila con una calma sobrecogedora desde 1935 los pensamientos e intenciones de los transeúntes que pasan por la plaza Bolívar de la capital del estado Guárico.

Yo recuerdo cómo la primera vez que estuve a los pies del Sanjuanote siendo solo un niño, quedé absorto viendo al enorme santo, creyendo que me quería decir algo. Ninguna visita a San Juan de los Morros estará completa sin admirar esta pieza bellísima de nuestro patrimonio cultural. Tomando la carretera desde San Juan de Los Morros hacia el sur, nos encontramos con los pueblos de Parapara y Ortiz. Este último fue capital del estado, y conoció tiempos muy prósperos antes de ser arrasado por la fiebre amarilla y la hematuria. Esa tragedia y la dictadura de Gómez, inspiraron a Miguel Otero Silva para escribir su novela: Casas Muertas. En Ortiz hay una bellísima iglesia construida en ladrillos rojos, y coronada con unas cúpulas plateadas. Detrás de la iglesia, pasando la manga de coleo, se encuentran las interesantísimas ruinas del antiguo cementerio. Vale la pena visitarlas y recorrer este altar a los muertos sin nombre, pues ninguna tumba conserva su placa. Siguiendo la misma carretera hacia el sur, a unos pocos minutos está Dos Caminos, donde se encuentra la bifurcación para ir directo hacia Calabozo, o hacia el este buscando El Sombrero, Chaguaramas, Valle de la Pascua, Tucupido y Zaraza, o también hacia El Socorro y Santa María de Ipire. Desde Chaguaramas, tomando la carretera hacia el sur franco, se llega hasta el río Orinoco pasando por Las Mercedes del Llano, Santa Rita y Cabruta. Allí se toman las chalanas que cruzan el río Padre para llevarlos a Caicara del Orinoco, en el estado Bolívar.

En esta oportunidad seguimos vía Calabozo y llegamos al tranquilo pueblo de Guardatinajas, con su encantadora iglesia dedicada a Santa Bárbara y donde el número uno de la televisión, Renny Ottolina, hizo su programa dedicado al llano venezolano. Arquitectura del llano y Boves Nutridos por tantos paisajes hermosos, llegamos a Calabozo, que conserva todo su sabor colonial de misión capuchina. Para entrar a la ciudad hay que pasar por la impresionante represa del río Guárico, construida en la época de Pérez Jiménez, que alimenta el sistema de riego de la zona y convierte a estos llanos en enormes productores de arroz. La Villa de Todos los Santos de Calabozo fue fundada el primero de febrero de 1724 por Fray Salvador de Cádiz, en el lugar donde había una misión de indios establecida unos años antes. Calabozo fue varias veces capital del estado Guárico, escenario de importantes batallas por la independencia de Venezuela, y posee un casco histórico colonial único en el país. En esta ciudad llanera estuvo el científico alemán Alejandro de Humboldt durante el año 1800. También vivió José Tomás Boves, quien tenía una pulpería aquí antes de ser llamado por Monteverde en 1813, para realizar sus crueldades en la guerra contra los patriotas. La villa recibió al famoso padre Madariaga, en su paso a Bogotá durante el mes de agosto de 1811. Como Calabozo fue declarado patrimonio histórico nacional, sus antiguas fachadas coloniales no pueden ser alteradas. La catedral es bellísima, las rejas de la Plaza Bolívar son admirables, y el Museo de la Ciudad es una casona solariega muy elegante. La plaza Páez, sus iglesias y todo el casco colonial de la ciudad, nos hacen recordar la importancia histórica de los llanos.

Siguiendo hacia el sur por la misma carretera nacional se encuentra Corozopando, donde venden unas quesadillas famosas que evocan sabores de otros tiempos. Entramos al hato Masaguaral, que es una estación biológica dedicada a la cría del caimán del Orinoco. Allí los nutren para darles su libertad cuando miden ochenta centímetros de longitud, y se pueden defender de los depredadores. Son trescientos animales que liberan anualmente en nuestros ríos estos héroes de Masaguaral, defensores consagrados de la vida y la naturaleza. Es muy emocionante observar cómo las madres defienden a sus huevos de la cercanía de cualquier intruso, algo sencillamente espeluznante. Pero lo que más sorprende es la agresividad natural de las crías, que muestran desde su nacimiento el instinto salvaje. Luego de conocer este zoocriadero tan importante, visitamos a los cercanos Esteros de Camaguán, que son unas tierras anegadas bellísimas, pobladas de palmeras, babas y aves de todo tipo.

Después fuimos al poblado de La Negra, para comprar casabe fresco, queso llanero y naiboa, que es casabe con dulce de papelón. Finalmente continuamos carretera hacia el puente María Nieves, para cruzar el río Apure hacia San Fernando y dejar atrás a Guárico. La verdad es que los llanos son encantadores, y debemos visitarlos cada vez que podamos, para comprender que la vida es bella mientras viajamos conociendo a Venezuela.

¿CÓMO LLEGAR?

Por la Autopista Regional del Centro, salga en La Encrucijada y tome hacia el sur pasando por Villa de Cura, hasta llegar a San Juan de los Morros. Desde San Juan de los Morros, puerta del llano, siga por la vía a Parapara, Ortiz y Dos Caminos. Allí se bifurca la carretera hacia el este buscando Chaguaramas, Valle de la Pascua, Las Mercedes y Zaraza, y hacia el sur vía Calabozo.

¿DÓNDE ALOJARSE?

El Best Western Plaza Real es el mejor hotel de Calabozo, y queda en la carretera nacional. Teléfono: (0246) 871.27.19. Si lo suyo son las posadas, una buena opción es la posada La Colonial del Carmen, en pleno centro de Calabozo. Carrera 15, entre calles 5 y 6. Teléfono: (0414) 468.15.54 En Valle de la Pascua está el hotel San Marco, muy bueno, en plena carretera nacional saliendo hacia El Socorro. Teléfono: (0235) 514.50.32, www.hotelsanmarco.com.ve.

¿DÓNDE COMER?

El restaurante más típico de Calabozo, a donde iba el gran Simón Díaz, es El Criollito, en la avenida Octavio Viana. Teléfono: (0246) 871.27.20 La pizzería Nonna Italia es un restaurante buenísimo, ubicado en la Casa Italia de Calabozo en la Carretera Nacional. Teléfono: (0246) 414.75.37 En Valle de la Pascua El Rancho e’Pedro es buenísimo, con pizzas excepcionales. Teléfono: (0235) 341.91.31 También El Fogón de Marino, en la misma avenida Las Industrias de Valle de La Pascua, es un restaurante con tradición criolla y música en vivo los fines de semana. Teléfono: (0235) 342.62.29.

Fuente

El Universal

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