Ambos regresaban de visitar a la novia de Oliver, que reside cerca del Ministerio de Educación. En la zona esperaron por una camioneta de pasajeros y en vista de que no pasaba decidieron irse a pie hasta su residencia ubicada cerca de la plaza Bolívar.
Por la calle fueron sorprendidos por un motorizado que bajó del vehículo y le pidió el celular al joven. Su hermana, al ver que el hombre estaba armado, corrió calle abajo.
Entre tanto Oliver Amare creyó que el arma que portaba el delincuente era falsa y se quedó, pero luego también corrió y fue cuando el asaltante le disparó cuatro veces. Al caer herido el individuo lo despojó del celular y huyó del sitio.
La hermana del herido regresó después al lugar y junto con un transeúnte lo trasladaron al Hospital Vargas a donde llegó consciente.
Los médicos que lo examinaron determinaron inicialmente que ninguno de los proyectiles que recibió le había afectado órganos vitales. No obstante, murió una hora después de su ingreso al centro asistencial.
Algunos allegados relataron que Oliver Amare se cayó de la camilla en la que lo colocaron cuando lo llevaron al hospital y lograron ver dos de las heridas: una fue en un costado y otra, en una pierna.
Randy Jeanpier Oliver Amare era estudiante de Administración de la Unefa. El celular que le robaron se lo había enviado su madre desde Brasil donde está radicada. Ella tenía previsto que sus dos hijos se fueran a ese país antes de concluir este año.
Una comisión de funcionarios del Eje Central de la División contra Homicidios inició las averiguaciones, con el fin de identificar y aprehender al responsable de este hecho.
Los investigadores, además de entrevistar a la hermana de la víctima, también harán una encuesta en la zona en busca de testigos que pudieron haber visto lo ocurrido, a objeto de determinar si alguno estaría en capacidad de elaborar retratos hablados del homicida.
Igualmente buscarán videos de cámaras de seguridad instaladas en esa zona para establecer si alguna grabó el suceso, así como características de la moto en la que se desplazaba el autor del suceso.
Denuncia
En la morgue de Bello Monte no solo los funcionarios sino también familiares y empleados funerarios se quejaron del presunto maltrato que reciben de parte de un funcionario de seguridad de esa unidad a quien identifican como José Gregorio Jordán, ex empleado del Servicio Administrativo de Inmigración y Extranjería.
El sábado –según las denuncias realizadas– Jordán expulsó de la dependencia, de forma grosera, a parientes de una víctima y ordenó que solo un integrante de ese grupo familiar se quedara haciendo los trámites. Los demás familiares se quedaron a la intemperie, sin poder protegerse de la lluvia que caía en el lugar.
Fuente
Sandra Guerrero