La misa fue oficiada por el padre Pedro Gibs y se realizó desde una tarima instalada frente a la catedral, para poder albergar a la cantidad de público de todas las edades presente en la tradicional cita donde los católicos expresan su fe en la religión cristiana.
En esta oportunidad con menos trajes morados y pocas velas, pero quizas, con una mayor fuerza de fe y esperanza en el futuro, los feligreses iniciaron la procesión junto al Nazareno y la Virgen María, que siguieron diferentes rutas para al final retornar, el Nazareno por la calle Atarraya y la Virgen a través de la Guasco, para reencontrarse frente a su iglesia.
Franklin Rodríguez CNP 17620