Estiman que para finales del 2019 o principios del 2020 ya estén integrados de alguna forma.
Unir a estas aplicaciones, pese a ser todas propiedad de Facebook, es una tarea compleja y que requerirá algún tiempo. Requerirá que “miles de empleados de Facebook reconfiguren cómo funcionan WhatsApp, Instagram y Facebook Messenger en sus niveles más básicos”, no esperándose que todo ello entre en efecto hasta, al menos, finales de año.
Además, una de las características que permitirá este movimiento es la de establecer mensajes cifrados de extremo a extremo entre los tres servicios de mensajería, una función que a día de hoy solo se encuentra habilitada en WhatsApp. Facebook, opaca respecto a la concreción de sus planes por el momento, ha comunicado que se encuentran “trabajando para que nuestros productos de mensajería estén más encriptados y considerando formas de hacer que sea más fácil comunicarse con amigos y familiares a través de las redes”.
Los detalles específicos acerca de cómo se terminará por realizar esta integración, así como las posibles implicaciones que pueda tener para los millones de usuarios de los servicios es algo que todavía queda por aclarar.
El objetivo final bajo esta fusión parece claro: afianzar a los usuarios dentro de los servicios de una Facebook que se ve amenazada a sí misma con el exponencial crecimiento de las otras dos. De igual manera, esta integración podría suponer también una mejora de las perspectivas de rentabilización bajo nuevos formatos de publicidad o otros servicios que permitan ingresar dinero a las arcas de la compañía.
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