Pacquiao, con un inicio de vivo ritmo que recordó al de siempre, controló permanentemente la pelea disputada en el centro Axiata Arena de Kuala Lumpur derribando a Matthysse en los asaltos tercero, quinto y séptimo, cuando el árbitro Kenny Bayless decidió que el combate no daba para más.
Pacquiao dominó claramente a un acomplejado Matthysse, que en ningún momento recordó al agresivo pegador que suele ser. El argentino cedió toda la iniciativa a Pacquiao, que no tuvo que emplearse a fondo ni propinar memorables golpes para derribar al americano, el cual cayó a la lona tras acciones potentes pero en golpes aislados.
Siempre llegó más y mejor el filipino, volviendo a conseguir vencer por KO, algo que no lograba desde que ganó a Miguel Cotto en 2009.
El zurdo asiático queda tras este combate con 60 victorias, 39 de ellas por KO y siete derrotas. “La Máquina” argentina, de 35 años, mantiene su récord de 39 victorias, 36 de ellas por KO, y sube el de derrotas a cinco.
Pacquiao ha demostrado que todavía es superior a muchos pesos wélter mundiales, aunque tendría que emplearse muy a fondo sin plenas garantías de victoria ante otros campeones como Terence Crawford (WBO), Errol Spence (IBF) o Keith Thurman, el campeón WBA.
En juego estaba el secundario cinturón regular de la WBA (Asociación Mundial de Boxeo) del peso wélter, que pasa a manos de Pacquiao. El número uno de la organización es el supercampeón Keith Thurman, al que podría retar ahora el filipino, aunque no sabemos si Mayweather reconsiderará su retiro y provocará un Mayweather-Pacquiao II, descafeinado pero repleto de dólares.
Pacquiao no quiso hacer declaraciones sobre su futuro, por lo que queda la duda de si volverá a subirse a un ring.
Fuente
Emilio Marquiegui