La hija de Graciela, que tenía 22 años, estudiaba arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México. La joven también fue violada.
“La noche del 15 de marzo del 2018 la casa de mi querida hermana y mi amada sobrina fue asaltada por unos monstruos quienes les arrancaron la vida de una forma que va más allá de todas las atrocidades inimaginables”, denunció Cleila Cifuentes, hermana de Graciela, en una carta que envió a la organización Feminicidio Activismo.
Cleila también contó que después del suceso los asesinos quemaron la casa “para no dejar rastros de sus malditas manos asesinas”.
Benjamín Vargas, ex pareja de Graciela, aseguró que las autoridades mexicanas les notificaron que no “se trataba de un accidente, sino de un ataque”.
Graciela Cifuentes es la quinta venezolana asesinada en México desde 2017.
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