Osaka subió la escalinata que se abrió ante ella en la estructura que alzaba el pebetero, de forma esférica y diseñado por Oki Sato.
La estructura esférica se abrió para emular la forma de una flor. Fue entonces cuando la deportista pasó la llama de la antorcha que portaba para dar por concluida una ceremonia de cuatro horas.
La tenista recibió la llama de un grupo de seis estudiantes procedentes de las prefecturas de Iwate, Miyagi y Fukushima. Las jóvenes más castigadas por el desastre natural y nuclear de marzo de 2011 y cuya reconstrucción era originalmente el tema central de los Juegos.
Estas personalidades se suman a los 10.515 relevistas que durante 121 días recorrieron las 47 prefecturas del archipiélago. Cabe señalar que, en gran parte de los casos los recorridos se hicieron fuera de la vía pública por la pandemia.
Con información de la EFE