“Todas presentan cierto nivel potencial de causar una emergencia de salud pública”, señaló la responsable del Programa Mundial de Influenza de la OMS.
La tecnología de secuenciación genética reveló la existencia de la variante 2.3.4.4b, que circula actualmente en aves silvestres y de corral en Norteamérica y Sudamérica. En esta última región se ha detectado también entre mamíferos marinos que habitan en el litoral del Pacífico.
Esa variante enfermó a una mujer en la provincia china de Jiangsu. Dicho caso fue reportado el pasado 24 de febrero por las autoridades nacionales a la OMS.
Días antes se conoció la muerte de una niña en Camboya por gripe aviar y las investigaciones determinaron que en este caso se trataba de otra variante, la 2.3.2.1c.
“Tenemos que mantenernos alertas y evaluar el riesgo. No sabemos cuál variante saltará y causará la próxima pandemia. Por el momento tenemos que mantenernos vigilantes”, declaró la experta en una rueda de prensa de la OMS.
Con información de la EFE