Los cuestionados comicios de este domingo, marcados por una abstención cercana al 54%, generaron expresiones de rechazo del Grupo de Lima, que agrupa a 14 países de América, así como de Estados Unidos, España y Reino Unido; mientras cercanos a Maduro, como China, Bolivia, Rusia e Irán, llamaron a reconocer los resultados, reseñó Efe.
Sanciones de Estados Unidos
Las sanciones inmediatas las tomó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien firmó una orden ejecutiva por la que limita al Ejecutivo de Maduro la venta de deuda y activos públicos en territorio estadounidense tras considerar que las elecciones fueron una “farsa”.
Así como Estados Unidos, el Grupo de Lima confirmó que desconocía los resultados por no cumplir con los “estándares internacionales”, y decidió “reducir el nivel de sus relaciones diplomáticas” con Venezuela.
Los integrantes del grupo, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía, detallaron que “llamarán a consultas a los embajadores en Caracas y convocarán a los embajadores de Venezuela para expresar” su protesta.
Consultas a embajadores
México ya llamó ya a consultas a su embajadora, convocó a una reunión a la representante venezolana en el país y anunció la reducción “al mínimo” de las actividades culturales y de cooperación, incluida la militar, y la suspensión “hasta nuevo aviso” de las visitas de alto nivel a Venezuela.
En una reunión de ministros del G20, también Argentina, Australia, Canadá, Chile, Estados Unidos y México señalaron la “falta de legitimidad” de las elecciones y amenazaron con aplicar a sanciones económicas y financieras.
El presidente argentino, Mauricio Macri, dijo que se trató de otro “simulacro de elección democrática”.
El mandatario chileno, Sebastián Piñera, pidió a “los países demócratas del mundo” unirse para ayudar a Venezuela a “recuperar” la libertad y la democracia.
Brasil lamentó “profundamente” la forma en que ocurrieron los comicios e indicó que carecieron de “legitimidad y credibilidad”.
Costa Rica aseguró que el procesó tuvo “falencias desde su génesis y no cumplió con los estándares internacionales”.
Panamá no reconoce los resultados al advertir que el proceso no fue ni “democrático ni participativo”.
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Fuente
Con información de la EFE