“Los pacientes están descompensados debido a la carencia de fármacos. No tenemos ansiolíticos, antidepresivos ni inductores del sueño, solamente algunas benzodiazepinas de acción corta que nos traen dificultades por el riesgo de dependencia”, indicó Novoa.
Los pacientes afectados por depresión y ansiedad tienen temor de no poder acceder a cosas básicas como alimentación, o tener deudas, enfermarse o no cumplir con los requerimientos del grupo familiar.
Hace unos meses, quienes tenían la disponibilidad económica, podían ir a Cúcuta, en Colombia y adquirir todos los medicamentos que componían el tratamiento indicado. Sin embargo, ahora en territorio neogranadino cambiaron las cosas para pacientes psiquiátricos, afirma la especialista.
“Algunos contados pueden ir a Colombia. Ahora no es tan fácil. Antes con el récipe que uno daba se los vendían. Pero ahora deben acudir a una consulta allá con un psiquiatra y eso resulta muy complicado, es muy costosa”, agregó.
De acuerdo con la información, una cita médica con un especialista en Psiquiatría pudiera costar entre 60.000 y 100.000 pesos, es decir, el equivalente a 3 millones y 5 millones de bolívares. Novoa indicó que “a diario en la emergencia psiquiátrica se observa un intento de suicidio”.