Según la propaganda estatal, Corea del Norte aseguró que tiene derecho a la autodefensa y acusó a EEUU de usar un doble rasero. En ese sentido, advirtió de posibles consecuencias si persiste el tono que viene empleando la Casa Blanca desde el cambio de administración.
El tono y argumentos usados este sábado por Pionyang comienzan a evocar para muchos un escenario como el de 2017.
En aquella ocasión el régimen apostó por una retahíla de ensayos de misiles para recibir a un recién llegado Donald Trump. Luego, la retórica del exmandatario acabó por inflamar aún más los ánimos en la región hasta las rondas diplomáticas de 2018.
A la espera de que Washington desvele su nueva estrategia para Corea del Norte, Biden decidió responder el mismo jueves al ensayo de misiles. De hecho, advirtió en tono serio que “habrá una respuesta si eligen una escalada”, aunque no habló ni mucho menos de “fuego y furia”.
Sin embargo, fue suficiente para que Ri Pyong-chol, el oficial que presidió el lanzamiento de misiles, publicara una réplica mediante la agencia estatal KCNA.
DERECHO A LA AUTODEFENSA
“Semejantes comentarios del presidente de EE.UU. son una violación del derecho de nuestro estado a la autodefensa y una provocación”, dijo el militar norcoreano.
Además, Ri aseguró que “si EE.UU. continúa con sus comentarios inconscientes sin pensar en las consecuencias, podría enfrentarse a algo que no es bueno”.
Asimismo, afirmó que las palabras de Biden revelan además su “profunda hostilidad hacia la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país)”.
El que se haya optado por Ri para responder a Washington puede constituir toda una declaración de intenciones, ya que al margen de ser una de las cinco figuras oficialmente más poderosas del régimen (es miembro del presidium desde 2020), ha sido ante todo una de los sujetos clave para los avances del programa de misiles en el último lustro.
NUEVA ARMA TÁCTICA
“Es una lógica gangsteril el que se permita a EE.UU. enviar activos nucleares estratégicos a la península y lanzar misiles balísticos intercontinentales (ICBM) cuando quiera pero que no sea permisible para la RPDC, su beligerante rival, testar siquiera un arma táctica (de corto alcance)”, adujo el mariscal norcoreano.
El régimen probó lo que parece ser una nueva versión del KN-23 (versión local del Iskander ruso), modificado para portar una ojiva de 2,5 toneladas.
El KN-23 es un misil hipersónico con un sofisticado sistema de guiado que le permite trazar trayectorias no completamente parabólicas. Dicha característica lo hace difícil de interceptar y -pese a su corto alcance- lo convierte en una seria amenaza para países cercanos.
COMENZAR CON «MAL PIE»
Ri destacó también la insistencia del nuevo Gobierno Biden en tildar de “amenaza” a Corea del Norte, un calificativo que no se oía en la Casa Blanca desde antes de que Trump y el líder Kim Jong-un celebraran sus tres históricas cumbres y el diálogo quedara encallado en 2019.
“Creo que la nueva administración estadounidense obviamente ha empezado con mal pie”, consideró Ri.
La del jueves ha sido la segunda prueba de misiles norcoreana en menos de una semana y llega en un momento marcado por una revisión de la nueva estrategia de Washington para lidiar con Pionyang, que ha exigido retornar al estancado diálogo sobre desnuclearización sin condiciones previas.
El pasado enero, Kim Jong-un advirtió durante el congreso del partido único que empezaría a probar nuevo armamento. Eso si el Gobierno Biden no proponía nuevas fórmulas para retornar a la mesa de negociación.
El propio Ri recordó en su mensaje que el reciente ensayo busca implementar la política de defensa nacional establecida precisamente en el congreso de enero.
Con información de la EFE