Las heces fecales son los restos que quedan después de la digestión de los alimentos y que el cuerpo no puede aprovechar, por lo que son conducidos por el intestino grueso y el delgado hasta ser expulsados por el ano. Esta acción es una de las funciones corporales más necesarias para un ser vivo y muchos resaltan el sentimiento de liberación que sienten tras haber evacuado. Aun con todo, existen muchos mitos y leyendas urbanas sobre el acto de defecar y una de ellas es que se puede morir en tan indecorosa situación, haciendo caca.
Efectivamente, existe una pequeña posibilidad de que el acto de defecar pueda conducir a una defunción pero esta solo se produciría en situaciones muy excepcionales y ante la presencia de dos circunstancias obligatorias. La primera de ellas es haber padecido algún accidente vascular o insuficiencia cardiaca de considerable gravedad. La segunda, tener problemas a la hora de ir al baño que incluyan excrementos secos o muy duros (estreñimiento agudo).
Cuando nos encontramos en situación, utilizamos de forma inconsciente la llamada maniobra de Valsalva para inhalar profundamente y sostener el aire al tiempo que intentamos exhalar, provocando así una expansión de los pulmones que empujan el diafragma y los órganos abdominales y estos a su vez ejercen presión en la pelvis. Es precisamente esta presión la que provoca que las heces sean expulsadas. El retener la respiración en la cavidad pulmonar y hacer fuerza con el abdomen provocan alteraciones en el flujo sanguíneo que pueden hacer que el corazón y el cerebro reciban menos sangre de la debida y provoquen mareos o desmayos (síncope defecatorio). Ocurre algo similar cuando, al intentar levantar un gran peso, la sangre se concentra en el tórax y se produce un ictus.
El primer caso de una muerte en estas condiciones se registró en Noruega en 1968 y, según las declaraciones del médico personal de Elvis Presley en ‘The King and Dr. Nick’, el rey del rock podría haber muerto por un fallo cardiaco derivado del esfuerzo en lugar de por su sobrepeso o por problemas de drogas como se suele afirmar. Efectivamente, el riesgo de morir mientras se hace caca existe pero la probabilidad es bastante baja y se puede controlar con algunos cuidados y precauciones básicas. Un estilo de vida saludable y una dieta equilibrada y rica en fibra son dos de los métodos más sencillos para prevenir el estreñimiento.
Los problemas para digerir y evacuar los desechos generados por el cuerpo pueden llegar a resultar muy molestos y perjudiciales para la salud en casos extremos. Si las heces son demasiado duras y secas, pueden causar un megacolon (colon excesivamente hinchado) o la llamada retención fecal, en la que las heces no evacuadas actúan como tope y hacen que se acumulen.
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