Madrid.- Antes del inicio del clásico, el Real Madrid ofreció a su afición en el Santiago Bernabeu el título que le acredita como campeón del mundo tras lograr el fin de semana anterior ganar al Gremio en la final del Mundial de Clubes.
Sergio Ramos, capitán del equipo blanco, mostró el trofeo a su afición después de que los jugadores de Madrid y Barcelona saltaran al campo. El debate de si habría pasillo o no de los blaugranas quedó finalmente finiquitado, tal como había confirmado Ernesto Valverde en rueda de prensa previa al encuentro.
El encuentro entre blancos y blaugranas es clave para la Liga. Si el Madrid no consigue llegarse el triunfo, quedaría demasiado alejado de su eterno rival en la clasificación de la Liga Santander.
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