Según el anuncio, el alto al fuego es a partir de las 11.00 GMT de este lunes.
Las unidades de Fuerzas Armadas de Rusia y de la república popular de Donetsk cesarán las acciones de combate, se retirarán a una distancia razonable. Además permitirán la evacuación de civiles “en la dirección que ellos elijan”. Así lo informó el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional, coronel general Mijaíl Mizíntsev.
Desde hace semanas el Gobierno de Ucrania exigía la apertura de un corredor humanitario desde la planta de acero para evacuar a los 1.000 civiles. Incluso, también, para sacar a 500 soldados que soportan el asedio de los rusos.
La planta siderúrgica de Azovstal es, según los rusos, el único enclave de Mariúpol que resiste sus ataques. En sus túneles e instalaciones se refugian aún civiles y soldados ucranianos en condiciones infrahumanas.
El resto de la ciudad, a orillas del Mar de Azov, ha sido prácticamente destruido por los bombardeos rusos desde el inicio de la invasión del país, el pasado 24 de febrero.
El gobierno ucraniano ha pedido a la ONU que garantice la seguridad del corredor humanitario que ha planteado Rusia para evacuar civiles de la fábrica de acero de Mariúpol, el último bastión de la resistencia ucraniana. No se fían de las tropas rusas que, según el primer ministro, han cometido ahí el peor crimen de guerra.
215 niños muertos desde el inicio de la guerra
Las autoridades de Ucrania han cifrado este lunes en 215 el número de niños que han muerto en el país desde el inicio de la guerra. En total, más de 3.800 civiles han muerto durante la invasión rusa. Los heridos son más de 4.000, según la Fiscalía ucraniana.
Asimismo, la región de Donetsk (este) es la que acumula un mayor número de niños víctimas del conflicto, con 124 entre muertos y heridos. Le siguen la capital, Kiev, con 114, y Járkov, con 93. Por detrás figuran Chernígov, Jersón, Mikolaiv, Lugansk, Zaporiyia, Sumy, la ciudad de Kiev y Yitomir.
Con información de la EFE