De que nos vale
vociferar por el mundo
que somos un país potencia,
rico en inmensos yacimientos
de petróleo y minerales.
Si… Pero con hábitos
de malversación
y mal uso
del dinero público
y las reservas.
Por ahora
saldo negativo
de riquezas saqueadas
por una cúpula corrupta
de políticos
y militares perversos
cegados por egocentrismo,
venganza y ambición
de poder.
Hoy, nuestros habitantes
sobreviven
al borde
de la miseria
sin paz, sin libertad
sin justicia, sin derechos
perseguidos, amenazados
presos y torturados
físico y psicológicamente.
Solo con fe
y la esperanza de un milagro
oiremos
en una sola voz
el glorioso grito
“Abajo Cadenas”
hasta que cese
el dolor
y la impotencia
de ver pisoteados
nuestros derechos
valores y principios.
II
De que nos vale
divulgar utópicos
delirios de grandeza
elogiando
la gesta heroica
de nuestros libertadores
Pero modifican
fechas
y hazañas heroicas
para borrarlas
de la memoria de un pueblo.
Por continuos
plagios y engaños
se ha perpetrado
la más grande
traición
a la patria.
Sustituyen nombres
de sitios y símbolos
como: Batallas,
monumentos, plazas,
parques, museos,
estados, urbanismos,
bancos y empresas
expropiadas
por epítetos
de militares y políticos
protagonistas
de un golpe de estado
que han traicionado el juramento
de la defensa
de la patria
la constitución y leyes
la seguridad de las
fronteras y sus ciudadanos.
III
De que nos vale
pregonar
que respetamos
los derechos humanos
y la democracia
participativa y protagónica
pero los hechos
demuestran
la triste realidad
al ver
a millones
de ciudadanos emigrar
a otros países
desesperados,
hambrientos y enfermos
por negarles
el derecho al trabajo,
a la educación,
a la seguridad social
y a la vida
que son beneficios
aprobados y consagrados
en la constitución.
La otra parte
de sobrevivientes
permanecen aislados
sin derecho a criticas
ni a la protesta
con secuestro mediático
medios de comunicación
y televisoras
silenciados.
Persecución a periodistas,
Políticos, sindicalistas
y estudiantes.
Hoy, vemos
con tristeza y dolor
la continua devaluación
de nuestra moneda
y su pronta desaparición
como símbolo
monetario,
producto de la
incontrolable hiperinflación.
IV
De que nos vale
proclamar que somos
una patria
libre y soberana
anti-imperialista.
Sin inherencia extranjera
pero hemos entregado
el control
de identificación
y extranjería
a una pequeña colonia
que maneja
los servicios
de inteligencia,
aduanas, puertos,
aeropuertos,
centros de salud,
presencia de espías
en el ejercito,
la guardia nacional
y la policía.
Hemos abandonado
la defensa
del ESEQUIBO
descuido y falta
de protección
en las fronteras
invadidas por narcos
guerrilleros de
las FARC, ELN,
y terroristas.
El colmo
de este fraude
es la invasión
silenciosa
por una colonia
de siervos
con ideologías de
parasitismo social
que descubrieron
debajo de las ruinas
y rastrojos
de los sembradíos de caña
los tesoros escondidos
de aquella mítica
leyenda de
“El Dorado”.
