La petrolera estadounidense busca hacer cumplir un laudo arbitral de 2.000 millones de dólares relacionado con la nacionalización de los proyectos de ConocoPhillips en Venezuela en 2007.
El tanquero British Cygnet cargó crudo en la terminal rusa Primorsk, el mes pasado. Llegó a la terminal Bullenbay de Curazao el domingo, dos días después de que al menos dos tribunales caribeños ordenaran la retención de los inventarios en las instalaciones de PDVSA en Bonaire, Curazao, Aruba y San Eustaquio, tras una solicitud de la petrolera estadounidense.
PDVSA ha estado comprando crudos estadounidenses y rusos este año para alimentar su refinería Isla, en Curazao, con capacidad de procesar 335.000 barriles por día; así como para mezclar con el petróleo extrapesado de la Faja Petrolífera del Orinoco.
El británico Cygnet, que zarpó hacia la costa occidental de Venezuela el lunes por la noche, sigue una lista de al menos nueve buques desviados desde Curazao y Bonaire a Venezuela y Cuba para evitar la incautación de los tanqueros o sus barriles, reseña un trabajo de Reuters citando “una fuente de PDVSA”.
Las cargas que llegan desde el Caribe han comenzado a crear cuellos de botellas en los principales puertos de la estatal venezolana, especialmente Jose, el mayor terminal criollo de exportación de crudo, y los muelles que sirven a la mayor refinería de la estatal, el Centro de Refinación Paraguaná, según los datos.
Las terminales del Caribe, afectadas por las órdenes judiciales, fueron responsables del envío de aproximadamente de 400.000 bpd de crudo y productos refinados.
La unidad de refinación estadounidense de PDVSA, Citgo Petroleum, también utiliza la terminal de Aruba para descargar, almacenar y mezclar crudos venezolanos y extranjeros para sus refinerías a lo largo de la costa del Golfo de Estados Unidos.
Fuente
Con información de Reuters