El investigador del estudio, Paul Williams, científico del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en Berkeley, California, halló que el riesgo de morir de cáncer de mama se reducía aproximadamente en un 40% para las mujeres que eran físicamente activas, en comparación con las que no cumplían con las directrices de ejercicio. El estudio apareció en la edición en línea de diciembre de la revista PLoS One.
¿Cómo el tamaño influye?
Para llevar a cabo el estudio, Williams y su equipo hicieron un seguimiento a casi 80,000 mujeres durante 11 años. Todas eran participantes en estudios nacionales sobre la salud de corredores y caminantes. Aproximadamente 33,000 de las mujeres eran caminantes y unas 46,000 eran corredoras.
En el momento en que ingresaron en el estudio, a ninguna de las mujeres les habían diagnosticado cáncer de mama. Todas informaron sobre las distancias que caminaban o corrían cada semana, además del tamaño de la copa del sostén y del peso y la estatura corporales.
Las que cumplían con las actuales directrices de ejercicio tenían aproximadamente un 42 % menos de probabilidades de morir de cáncer de mama que las que no cumplían con ellas. Esas directrices recomiendan dos horas y media de actividad moderada, una hora y 15 minutos de actividad intensa o una combinación equivalente durante la semana.
La cantidad de ejercicio que encontraron que protegía contra el cáncer de mama fue:caminar a paso vivo aproximadamente 7 millas (unos 11.25 km) o correr casi 5 millas (unos 8 km) a la semana. Las mujeres con poco tiempo disponible podrían optar por correr en lugar de caminar, indicó Williams.
En el estudio se encontró que las mujeres con una copa de talla C tenían 4 veces más riesgo de morir de cáncer de mama que las que tenían una copa de talla A. Las que tenían una copa de talla D, o mayor, tenían un riesgo casi 5 veces mayor que las de la talla A.
Tener unos niveles más altos de estrógenos es un factor de riesgo conocido de cáncer de mama, comentó Williams. Se ha mostrado que las mujeres con los pechos más grandes tienen unos niveles más altos de estrógenos que las que tienen los pechos más pequeños, si tienen una cintura estrecha, pero no si tienen una cintura más ancha, comentó. Es más probable que las mujeres que son activas físicamente tienen una cintura estrecha que las sedentarias.
Otros hábitos saludables que podrían reducir el riesgo de cáncer son mantener un peso corporal sano y limitar las bebidas alcohólicas a una al día o menos.
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