Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermeras de Caracas, explicó a periodistas que el gremio devengó (desde el ministerio de Salud) un pago de “incidencias” y “pensaron que con eso nos íbamos a desmovilizar”, al tiempo que señaló que la protesta se mantendrá “con más fuerza en la calle”.
Contreras reiteró que los trabajadores de la salud están “reclamando derechos constitucionales que el Gobierno nacional no está cumpliendo” y que además exigen que se respeten el derecho a la vida y a la salud, así como el derecho a percibir un salario digno, reseñó EFE.
Al cumplir 19 días de protestas, los enfermeros extendieron un llamado a los pacientes para que brinden su apoyo a las manifestaciones.
“Esto no es un problema que nos atañe solamente a los trabajadores del sector salud, esto es un problema que es de todo el pueblo venezolano”, dijo por su parte Margot Monasterios, representante sindical de trabajadores del Hospital Clínico Universitario de Caracas.
Según Monasterios, están cansados de ver “ciudadanos venezolanos llorando temerosos de que se van a morir” en medio de la escasez de insumos y medicamentos que, asegura, es responsabilidad del presidente Nicolás Maduro, a quien instó a asumirla.
Las bonificaciones pagadas a los empleados del sector salud se ubican entre 9 (75 o 3,6 dólares según la tasa de cambio que se use) y 28 millones de bolívares (233 o 11 dólares).
Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo en el planeta, sufre una grave crisis económica que se traduce en escasez de alimentos básicos y medicinas así como en hiperinflación, un fenómeno que pulverizó el poder de compra de los trabajadores.
El Gobierno ha respondido a este fenómeno con periódicos aumentos del ingreso mínimo y entregando bonificaciones que no inciden en los cálculos salariales y tampoco permiten costear la canasta básica, que ronda los 300 millones de bolívares (2.500 o 120 dólares).
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Con información de la EFE