Este hecho fue descubierto por varias denuncias que ya se habían realizado ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Las autoridades incautaron a los agresores ropa ensangrentada de la niña y un palo de madera de 33,4 centímetros.
Se pudo conocer que los sujetos eran tíos paternos de la víctima y que la cuidaban a ella y a su hermana de 15 años mientras sus padres laboraban.
También se pudo conocer que la hermana de la niña la trasladó hasta el hospital José Antonio Páez de Apure porque estaba sangrando por sus partes íntimas, acción que llevó definitivamente a determinar que la infante estaba siendo víctima de abuso sexual.