En este sentido, Jesús Casique, afirma que el Gobierno debe atacar la hiperinflación puesto que, de lo contrario quedará rezagado nuevamente el cono monetario al tiempo que advirtió que desmonetizar en dos meses las denominaciones vigentes es una medida extremadamente fuerte, aunque probablemente se esté buscando que quienes tienen efectivo lo depositen, “pero las personas no pueden quedarse sin cash”, dice.
Precisó que en total el cono monetario del país está compuesto por 15.555,7 millones de piezas en tanto que, el que entró en vigencia en enero de este año consta de 2.634 millones de piezas. Augura que se repetirá lo ocurrido con el billete de Bs 100 y el Gobierno tendrá que otorgar prórrogas.
Explicó que a diferencia de la reconversión de 2007-2008 el cono monetario actual no va a coexistir con el nuevo. “Esto tiene que estar muy bien estructurado porque se puede presentar un problema con los medios de pago en el mercado nacional”, alertó.
Recordó que en zonas retiradas del país hay personas no bancarizadas que cobran en efectivo, y ese es un factor que se debe tomar en cuenta.
Por otra parte dijo que antes de iniciar el proceso de reconversión monetaria se debió informar a la ciudadanía, “con antelación y no de una forma tan abrupta”.
“Si el Gobierno sigue emitiendo dinero sin respaldo de producción de bienes y servicios el problema se va a agravar. Los inconvenientes con el efectivo se presentan porque el grueso de los depósitos está en dinero electrónico, en cuentas a la vista (corriente) 88% y en efectivo hay solo 3%”, añadió.
Adoptar petro como moneda
José Gregorio Piña dijo que por sí sola la medida no tiene efectos. Sin embargo, considera que era necesaria por los costos operativos.
Aclaró que el término técnico correcto es redenominación y no reconversión porque no se está convirtiendo la moneda en otra.
Precisó que en la redenominación del año 2007 la ABN apoyó la decisión porque costaba 1,4 puntos del PIB procesar los ceros.
Insistió en que la medida de fondo debería ser adoptar el petro como moneda y dejar el bolívar como una fracción, afirmó que de lo contrario la criptomoneda actuará contra el signo monetario actual porque se va a comportar como una divisa más. Sugiere un cambio monetario global.
José Grasso Vecchio coincidió con Casique en que el plazo hasta el 3 de junio para la desmonetización del actual cono monetario “pareciera un período muy corto para todo lo que debe hacerse”.
Explicó que al simplificar el manejo de cantidades por parte de las personas e instituciones públicas y privadas se facilitarán los procedimientos contables y de registro de cifras del sistema financiero. Esto, a su vez, disminuirá los gastos operativos y producirá importantes ahorros en la economía en términos de tiempo y recursos.
Considera el experto financiero que la reconversión es una necesidad porque los montos muy altos son más problemáticos de manejar.
Los bancos y demás instituciones financieras deberán ajustar sus sistemas y gestionar lo conducente para que el 4 de junio, estén convertidos en su totalidad los saldos de las cuentas de sus clientes, dijo.
Alerta que la medida debe venir acompañada de una política antinflacionaria rigurosa para que sea efectiva y sus efectos perduren en el tiempo porque de mantenerse la presión inflacionaria muy pronto, “estaremos hablando de otra reconversión. La corrección del problema de fondo, implica el control del flagelo de la inflación”, sentenció el experto financiero.
Fuente
Ingrid Navarro
