1) El escenario político actual de Venezuela luego del 10E no puede sino considerarse de gran peligro, con fuerza de un tsunami capaz de influir encendidamente en toda la región latinoamericana y caribeña. Teatro golpista imaginable y previsto con mucha anterioridad para ejecutarse después de la juramentación del presidente Maduro.
2) La mecha la prendió el extravagante documento del Grupo de Lima, que decide desconocer al presidente Maduro para su segundo mandato. La guinda la puso de llegar al exabrupto de reconocer como “zona económica exclusiva” de Guyana un espacio en disputa desde hace años. Tan infeliz fue esta decisión que diez de los 12 países firmantes de ese documento debieron rectificarse de inmediato respecto del punto No. 9 a exigencia de la diplomacia venezolana porque viola cualquier principio de legalidad internacional.
3) Mientras Maduro se juramentaba ante el Tribunal Supremo de Justicia, nuevamente sectores violentos de la oposición decidieron iniciar el escenario terrorista. Un atentado incendió los galpones del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) destruyendo medicinas y equipos médicos en cantidades dolorosas, muy grave sobre todo por el actual bloqueo impuesto a Venezuela por los EE.UU. que le imposibilita traer con facilidad estas mercancías para su sistema sanitario.
Los sanjuaneros fuimos victimas de tal acción porque se destruyeron materiales que irían para el hospital del Seguro Social próximo a inaugurarse. La coincidencia entre la juramentación y el acto terrorista no es casual fue milimétricamente calculado. Instantes después se echó abajo una estatua del artista plástico Armando Reverón en Caracas y ha continuado con sabotajes eléctricos.
4) El 11 de enero el plan contrainsurgente continuó con su escalada golpista: la oposición a través de la Asamblea Nacional decidió declarar como “presidente de Venezuela” al nuevo presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, ficha del fascista Leopoldo López.
5) Como era de esperarse en este escenario insurrecto no podía faltar el condimento económico, los golpista ejecutaron acciones para hacer más punzante y martirizante la situación económica, ya insoportable para el pueblo: el maligno dólar paralelo casi cuadruplicó su precio en Bolívares, los precios de alimentos, medicinas y productos de bienes esenciales para la subsistencia diaria se proyectaron más allá de la Luna violentando cualquier racionamiento lógico y como era de esperarse la escasez volvió afectar al consumo de bienes básicos para mala suerte de los venezolanos.
6) El Consejo de colonias de los EE.UU., mal mentado OEA, intenta asfixiar el sistema diplomático sobre el Estado venezolano.
7) El 12 de enero la oposición dio a conocer una “Ley del estatuto que rige la transición a la Democracia y el restablecimiento de la vigencia de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela”. Se trata, aunque usted no lo crea, una copia casi al carbón del tristemente célebre del decreto que puso a Pedro Carmona Estanga como el presidente más breve en la presidencia de Venezuela. Es la misma receta empleada en el año 2002 para derrocar a Chávez como presidente de Venezuela.
8) El martes 15E la Asamblea Nacional (AN), que se encuentra en desacato, aprobó un acuerdo sobre la “usurpación de la presidencia” por parte del mandatario Nicolás Maduro.
De igual manera, la AN promete “otorgar garantías y beneficios” que “permita” a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) “desobedecer las órdenes” del mandatario venezolano.
Recordemos que el 10 de enero, Maduro participó en un acto donde los miembros de los cuatro componentes que integran la FANB reiteraron su lealtad y el compromiso con el pueblo venezolano, con la Constitución y con el presidente de la República.
9) Los diputados de la AN acordaron pedir la “prohibición expresa de cualquier manejo de los activos líquidos del Estado venezolano en las cuentas acreditadas” en grupo de países.
Con formulas parecidas a través de una estafa despojaron a Libia de millones de dólares que se repartieron los países agresores de esa nación. Esta es una propuesta con claro tinte de vender la patria al mejor postor.
10) No existe la figura de usurpación en la Constitución Bolivariana de Venezuela, no se puede declarar lo que no existe. No opera el 233, porque Maduro no se ha muerto, no ha renunciado, no ha abandonado el cargo, no tiene incapacidad física ni mental, no ha sido revocado, ni destituido por el TSJ, por el contrario, fue juramentado como presidente de Venezuela, por lo que tendrían que declarar al TSJ también usurpador, por lo tanto, no existen faltas absolutas.
La AN no tiene la cualidad para determinar si Maduro es o no un usurpador.
La AN no es la única autoridad legítima del estado, en Venezuela existen 5 poderes como lo son: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral y Poder Ciudadano.
11) El dirigente opositor Claudio Fermín exhortó a la dirigencia opositora a aterrizar en la realidad, considera que es falsa la premisa según la cual el mandatario Nicolás Maduro, ganador de los comicios del 20 de mayo del 2018, no es el presidente de la República.
“La realidad no se puede ignorar. Hago un llamado a que pongamos los pies en la tierra. Aquí no hay ninguna falta absoluta”, dijo, al tiempo que rechazó la fraseología que se ha impulsado entorno a la figura del máximo representante de la Asamblea Nacional (AN) en desacato, Juan Guaidó.
“Quiero alertar y lo digo con una gran preocupación, yo he leído también una fraseología que me parece que tienen que aterrizar. Guaidó, presidente de Venezuela; Guaidó, encargado de la presidencia. ¿De dónde sacan eso? ¿Por qué le hacen eso a Guaidó? ¿No se dan cuenta que lo están exponiendo a un escenario inexistente?”, subrayó.
“Aquí el presidente se llama Nicolás Maduro”, afirmó el político opositor, Claudio Fermín, en Globovisión.