Zaraza.- Luego de la crecida de los ríos Ipire y Unare el alcalde Carlos Castillo, informó a la ciudadanía que los niveles de agua han disminuido para tranquilidad de la población.
Durante los días miércoles 31 de agosto y jueves 1 de septiembre equipos de seguridad realizaron una supervisión a las zonas afectadas.
Allí se pudo constatar que los niveles de los ríos Ipire y Unare han bajado de manera considerable.
Guardia Nacional, policía regional y nacional, Milicia Bolivariana, Cuerpo de Bomberos y Protección Civil, junto al alcalde Castillo han realizado recorridos en la zona rural El Samán y la calle Cristo Rey del sector Calanche.
En los sitios afectados también se presentaron médicos y enfermeras y el equipo de apoyo de diferentes instituciones.
Sistema de bombeo de agua potable
El servicio de agua empezó a bombearse en un 50 por ciento en las zonas bajas de la localidad. Asimismo, se cuenta con una cisterna de la Guardia del Pueblo que por instrucciones del gobernador José Vásquez presta servicio a la población.
Como se sabe, ante la situación los motores de bombeo tuvieron que ser apagados. En esta contingencia también se cuenta con el respaldo del secretario de seguridad ciudadana, Luiger Ugas Medina.
Despliegue de salud
En el despliegue de salud se han atendido a las personas afectadas con entrega de insumos médicos y estudios socioeconómicos.
En este sentido, el alcalde Carlos Castillo ha hecho recorridos por las calles y viviendas que se anegaron. Asimismo, por el refugio habilitado en la escuela Columba de Mendoza en el sector Calanche.
La represa de La Becerra
Miembros del Ministerio del Poder Popular de Atención de las Aguas, así como de Ambiente y otros entes abordaron la situación. Se trasladaron hasta la represa de La Becerra para constatar el nivel de aguas y determinaron que no hay riesgos.
Una vez en el sitio, realizaron las mediciones correspondientes y no hay nada qué temer ya que se mantiene estable. Sin embargo, reconocen que hay un margen que puede seguir creciendo.