Tantísimo tiempo extraviado y ayer apareció en la relojera de un viejo pantalón. Estaba lavadito, “rullío”. Fui a comprar una empanada y un jugo. “Ese billete lavado no lo recibimos”, me dijo la cajera.
Rafael Tayupe Zamora / Periodista
Tantísimo tiempo extraviado y ayer apareció en la relojera de un viejo pantalón. Estaba lavadito, “rullío”. Fui a comprar una empanada y un jugo. “Ese billete lavado no lo recibimos”, me dijo la cajera.
Rafael Tayupe Zamora / Periodista