1 Mijaíl Bulgákov escribió la novela “Corazón de perro” en 1925, pero su publicación fue prohibida por la dirigencia comunista que la consideró como una crítica a la construcción de la supuestamente nueva sociedad. Circuló clandestinamente, y en 1987 con la Perestroika fue publicada y pudimos leerla. Luego la película homónima, dirigida por Vladimir Bortko, alcanzó un gran éxito.
2 El profesor Preabrazhesky , un prestigioso médico, mediante cirugía convierte un perro (Globito:Sharik) en una persona: Poligraf Polifrafovivh Sharikov. Las glándulas de un bandido muerto son trasplantadas a un perro. El perro evoluciona con las características del bandido. Luego de su presentación exitosa ante la sociedad científica de Poligraf Poligrafovich, el hombre nuevo, se convierte en un revolucionario pero con todas las cualidades marginales del bandido. Su conducta irregular hace que el doctor Preabrezhesky y su ayudante, el doctor Bormenthal, lo operen nuevamente para transformarlo a su perruna condición original.
4 La práctica en los países donde se ha intentado implementar el socialismo ha demostrado que eso del hombre nuevo es un verdadero fracaso. Una masa ignorante es engañada con migajas y consignas rimbombantes sobre la solidaridad entre los camaradas, mientras los altos jerarcas (la famosa nomenklatura) disfrutan de las mieles del poder.
Simplemente los de abajo adquieren un lenguaje elemental marxista con consignas sobre la solidaridad y la camaradería. Se visten con los atuendos rojos del partido y empiezan el proceso de sembrar el odio de clases. Los más desposeídos son usados como frente de choque precisamente porque su condición de pobreza y poca formación en materia educativa no les deja tomar otra opción libremente,
5 Muchos estudiosos han dicho que no sabemos con precisión qué es el hombre, por lo tanto es un absurdo hablar del hombre nuevo, Lenin una vez manifestó que se necesitarían mil años, tal vez, para observar un cambio sustancial en el hombre bajo la formación socialista para poder calificarlos con un ente nuevo.
6 En el primer capítulo del Manifiesto del Partido Comunista (Burgueses y proletarios) quedan excluidos como revolucionarios los individuos provenientes del lumpenproletariado (del alemán lumpen: andrajoso) por ser “un producto pasivo de la putrefacción de las capas más bajas de la vieja sociedad…”
Marx refuerza esta posición en el “El 18 de brumario de Luis Bonaparte”, y también, junto con Engels, en “La ideología alemana”. Recalcan que a las revoluciones se le anexan grupos provenientes del lumpenproletariado, indeseables para la construcción de una nueva sociedad.
¿Quiénes son? Marx lo explica: “…vástagos degenerados y aventureros de la burguesía, vagabundos, licenciados de tropa, licenciados de presidio, huidos de galeras, timadores, saltimbanquis, lazzaroni, carteristas y rateros, jugadores, alcahuetes, dueños de burdeles, mozos de cuerda, escritorzuelos, organilleros, traperos, afiladores, caldereros, mendigos..”
7 En el “Breve diccionario de sociología marxista (Roger Bartra) se explica que el lumpenproletariado “es una capa social formada por la masa parasitaria de elementos desclasados desechados: hampa general (criminales, estafadores, etc), individuos sin ocupación fija…personas que se lucran con el comercio ilegal (¿los que se llevaron nuestros dineros de PDVSA y de otras instituciones y lo colocaron en bancos en el extranjero?), vendedores de drogas, etc.
Con la desaparición de la Unión soviética los altos dirigentes del partido comunista y del Komsomol (los hombres nuevos del socialismo real, pues) se apoderaron de las fábricas y todos los otros medios de producción pertenecientes a toda la sociedad y se convirtieron en los nuevos ricos de la noche a la mañana.
8 Luis Fuenmayor Toro dice que el hombre nuevo del socialismo del siglo XXI “es el bachaquero, el pran carcelario, el bolichico, el magistrado corrupto, el ministro indolente, el funcionario negligente, la alcaldesa saqueadora, el gobernador contrabandista. Todos ellos son fruto de esta mal llamada revolución y peor calificada de bolivariana” (2016).
¡Y todos entran en la definición de lumpenproletariado!
9 ¿Y los que se pelean por un paquete de harina o un pedazo de pernil y olvidan las razones políticas que los llevaron a su miserable situación son también hombres nuevos?
¿Y los presos comunes que en un santiamén “se graduarán” de educadores y policías serán hombres nuevos?
¿Y los que obtienen un título “universitario” en tiempo record, sin respetar los estándares mínimos exigidos en cualquier institución educativa mundial seria, son parte también del hombre nuevo y del lumpenproletariado?
¡Que lo diga Marx, no yo.
El ya citado Luis Fuenmayor dice que los programas educativos de las misiones no tienen supervisión, no se avalúan los conocimientos de entrada ni el rendimiento de los cursantes, ni siquiera se registra la asistencia a las actividades. Y remata nuestro muy apreciado profesor Fuenmayor: “Con esa concepción, queda claro que las condiciones en que se imparte la docencia no son importantes, pues no se quiere que la gente aprenda, sino que se gradúe. Inclusión sin calidad es entonces la salida, para el tratamiento político de la exclusión educativa, que no busca formar a nadie sino pagar con títulos universitarios la deuda social”. (Misión Sucre: Concepción inicial y distorsión posterior,2005).
10 El hombre nuevo del socialismo del siglo XXI es el personaje desalmado de la novela de Bulgákov “Corazón de perro” y también el que definieron y excluyeron los padres del marxismo para emprender una revolución socialistas por indeseables lumpenproletarios desde mediados del siglo XIX cuando empezaron a difundir sus ideales comunistas.
Edgardo Malaspina