Ramos Allup refutaba a los “radicales” fachos con un argumento quebradizo: “A veces hay que doblarse para no partirse”. La AN en desacato lo ovacionó de pie. Ignoro si la voluble frase es una figura literaria o una conclusión traumatológica. Los homófobos la cogieron por otro lado y el Franceschi, desde su atalaya en Miami, disparó: “¡Chico, ya tienes la cabeza pegada de las rodillas”. Su doblez, por lo menos ante el imperio, no ha impedido que la MUD se parta en diez.
Earle Herrera