I El Chavismo se hunde no sólo por su capacidad destructora, esa que acabó con (sino todos) casi todos los aspectos económicos del país. Hay sin duda una gama extensa de razones por las cuales el Chavismo se hunde, pero existen también aquellas que han ayudado a que llegara al poder y allí se atornillaran por veinte años, pero de esas hablaré en otra ocasión.
II Máximo Gorki (irónicamente socialista), en su novela La Madre, escribió una vez: “Aunque sea ante la muerte, hay que ir al lado de la verdad”. La verdad es el aliado más importante en toda lucha social y política y esta es quizás la que ha venido debilitando al Chavismo desde hace tiempo. Chávez llega al poder gritando “Revolución Bolivariana”, sin ser por ningún lado Bolivariano. Gritaron “Patria, Socialismo o muerte” y regalaron la patria y no son socialistas, pero les quedó su único escudo, el escudo de todo régimen agonizante: la muerte.
III Comúnmente escuchamos palabras sueltas de que las acciones de calle de años anteriores fueron totalmente estériles, cosa que no es cierto. Las protestas de 2014 y 2017 fueron actuaciones que dieron pie a todo el escenario actual, debido a que el régimen se vio obligado a usar su escudo: la muerte. Más de 40 en 2014, y más de 150 en 2017 fueron los muertos en esos años, abriendo poco a poco los ojos de países adormilados por la propaganda chavista internacional. La verdad estaba empezando a surgir.
IV La verdad hizo tanto efecto, que Cristina Fernández de Kirchner, Rafael Correa y Dilma Rousseff salieron del poder y están enfrentando a la justicia o están a punto de eso. Los países temían verse en el espejo de Venezuela, y le dijeron que no a los chavistas en sus respectivos países, dándoles paso a los mandatarios que hoy día son aliados del presidente (E) Juan Guaidó y de la Asamblea Nacional.
V La mentira ha sido la carta más jugada por el chavismo, y sí le ha servido para enmendar, pero la verdad, siempre prevalecerá. La CRBV que tanto les había servido como arma, con Jorge Arreaza levantándola aquí, allá, y más allá, les vino dando una probada de su propia medicina, ya que la presidencia interina de Guaidó no tiene un tinte ideológico, ni es un capricho imperialista, es simple y llanamente Constitucional.
VI Veinte años de manipulación mediática, ideológica y lamentablemente sangrienta, quizás ha sido irónicamente su propia muerte anunciada. Ya los gritos de “Viva Chávez” y “Viva Fidel” no les sirven para tapar el sol con un dedo. La sangre y las lágrimas derramadas se convirtieron en la fuerza de la resurrección del desánimo, y con lo necesario, con la justicia y la verdad, hemos llegado más lejos que nunca.
VII Recordemos el diálogo entre Pedro Carujo y José María Vargas:
— “Señor Vargas, el mundo es de los valientes.”
— “No, el mundo es del hombre justo. Es el hombre de bien, y no el valiente, el que siempre ha vivido y vivirá feliz sobre la tierra y seguro sobre su conciencia.”
Con sólo la verdad, la justicia y el bien, hemos llegado hasta el punto de agonizar política y moralmente al tirano y a su pandilla.
Francisco Rodríguez Sotomayor