San Juan de los Morros.- Una familia, padre, madre y tres niños hurgan la basura del edificio. Cuadra y media más allá una fila de jóvenes con rostros aburridos y una actitud de estar allí a regaña dientes, hacen fila para inscribirse en el CNE.
Dos manzanas más lejos una multitud de ancianos, con más de 24 horas en cola, enfurecidos y decepcionados trancan las calles vecinas a un banco.
Mucho más lejos, en la plaza Bolívar, otra multitud hace fila por un carnet político. Todos se congregan, unos por las pocas sobras, otros por force burocrático y resignación, aquellos por la espera y humillación, los últimos por la dádiva.
Todos, todos comensales en este llamado Venezuela.