Políticos y analistas coinciden en que el venidero 16 de noviembre será una especie de Día D. El último round de este 2019. A vaina pa’ loca dicen algunos. Un desesperado llamado a la rebelión. La oposición ha ensayado de todo.
El Día D es una expresión que se usa desde la II Guerra Mundial. Los aliados organizaron un feroz ataque el 6 de junio de 1944. Lo bautizaron como Operación Overlord. Pocos recuerdan ese nombre. La acción quedó grabada como el desembarco en Normandía.
Desde entonces los militares y políticos utilizan la pequeña frase para referirse a días cruciales. Fecha de un ataque o acción “clave”.
La oposición ya lanzó la convocatoria, estos apelan a un derecho constitucional: la protesta. Partidos, gremios e individualidades se suman a la convocatoria de lo que hasta ahora han denominado un “paro”.
El gobierno que no es tonto picó adelante. Ordenó en todos sus frentes “adelantar la navidad”. Iniciar decoración, alumbrado y gaita, decretar la navidad desde ya. Esta acción que pareciera simple no debe ser subestimada. Es un tema cultural, la idiosincrasia venezolana valora la navidad como el nacimiento de Jesús y la época de reconciliación.
El gobierno adelantará aguinaldos a trabajadores, pagará bonos por el Carnet de la Patria, habrá mercados. Antes, durante y después del 16 soltará su caballería política, sus brigadas sociales y su estrategia comunicacional.
La meta es neutralizar a la oposición. Invisibilizar su presencia. La batalla es comunicacional, pero también de movilización.
Guaidó solo tiene un recurso para apelar: Su discurso. Este sábado desde Maturin lanzó frases que aspira causen efecto, afirmando que el 16N ““se unificarán todas las luchas en una sola. El 16 de noviembre Venezuela se levanta, despierta y reacciona”.
Quedan 14 días y aun muchos no saben. La estrategia comunicacional opositora es débil, se fundamenta en redes sociales. “Guaidó convocó a un paro para un día sábado y en el inicio de la segunda quincena de noviembre, a vaina pa loca” dijo un líder opositor durante la juramentación del Codop regional.
Definitivamente el 16D, es la última oportunidad, así respondí a un camarada izquierdoso, hoy en oposición. Este, luego de mirarme con incredulidad expresó: “Un 27 de noviembre hubo un alzamiento de militares y un 22 de diciembre, en plena madrugada los Estados Unidos invadieron a Panamá para derrocar a Noriega”. A esta afirmación yo respondí: “A vaina pa loca”.
Dos países, dos realidades
Argentina castigó a Macrí por no cumplir lo que prometió. Muy simplista los comentarios insultando a los argentinos. Definitivamente falta pedagogía política. El triunfo no fue sorpresa.
Chile era el ejemplo, la vidriera rota a pedradas, parafraseando una frase del doctor Rafael Caldera. La procesión va por dentro. En Chile aun hay heridas de la dictadura que no se cierran. Hay cuentas por cobrar.
En nuestro patio
Este viernes 1 de noviembre fui a la plaza Bolívar de la capital guariqueña, lleve a mi nieta a ver el promocionado “encendido de luces”. Esto es lo que creo:
1.– La plaza está hermosa. Un espacio público en donde todos quieren una foto. Cuando la plaza estaba destrozada criticábamos al gobierno por el abandono de esta. Ahora se repara y lo criticamos por “gastar dinero en esto”, A vaina pa loca.
2.- La Plaza estaba repleta, con alrededores llenos de sanjuaneros. Siempre he criticado concentraciones y actos por la poca asistencia. Hoy reconozco la multitud de personas que allí estaban.
3.– Tropecé con gran cantidad de dirigentes políticos críticos al gobierno. Así como ciudadanos que se no comparten la gestión del gobernador. Pero allí estaban con sus hijos.
Interrogante: ¿Cómo es posible que en medio de esta crisis, con un gobierno cuestionado, con inflación, con un salario mísero y con tantos problemas, esa plaza se encontraba repleta de personas que se peleaban por hacerse fotos y pasar un buen rato?
Respuesta: El venezolano siempre ha exigido que estos espacios se recuperen. La visita a la plaza los domingos era una tradición. Las personas, sin traicionar sus principios asisten con todo su derecho a estos espacios. La navidad es sagrada, tanto como los hijos o nietos. Quienes allí estaban, están en su derecho y muy triste por aquellos que no lo entienden y los critican. El haber asistido a la plaza a disfrutar del acto es un derecho que se tiene, tan válido como el derecho a protestar y a quejarse de las fallas del gobierno.
