Carlos Andrés Pérez ejerció su primer gobierno en Venezuela hasta 1978. CAP era un socialdemócrata, militante de Acción Democrática.
CAP era el adeco más polémico, atacado por unos y amado por otros. Cuando llegó el momento de las elecciones, como no se permitía la reelección presidencial, los adecos lanzaron a: Luis María Piñerúa Ordaz.
Fue una campaña muy folclórica con un adeco muy malo y poco agraciado, su mejor promoción era un pitico de plástico que al soplarlo producía un sonido parecido a su apellido: PI – ÑE –RUAAAAA.
Nada de esto sirvió, los adecos perdieron y los socialcristianos tomaron el gobierno. Un periodista gordito y ocurrente, Luis Antonio Herrera Campins se convirtió en presidente.
La campaña de los feos
La campaña entre estos dos fue muy pintoresca. Ambos se llamaban Luis, y el apellido de estos tenían siete letras. Sus eslóganes e historias forman parte de la narrativa política. Hasta la Billos Caracas Boys lanzó un tema llamado “El Brujo”:
Un señor de Margarita, llamado Ñero Baruta,
se presentó donde el brujo para hacerle una consulta:
…¿Qué debo hacer señor brujo con el problema que tengo?
soy padre de cinco hijos y muchas obligaciones,
pero, señor, no me olvido que ahí vienen las elecciones.
Dígame usted, señor brujo, ¿por quién yo debo votar?
¡Ay mijito. lo que pides no es fácil de contestar,
pero mi bola de vidrio algo te puede explicar!
…Luis se llama el candidato que va a ser el ganador,
el apellido, mijito, en mi bola no se ve bien.
Pero tiene siete letras, siete letras puedo ver,
Si son gordos o son flaquitos nada de eso veo yo,
lo que si se ve clarito es que son feos los dos.
El cabillazo
No había redes sociales, la campaña era de calle y TV. Luis Herrera Campins cuando salía de uno de sus actos recibió un cabillazo en la cabeza.
Fue la primera agresión que se conoció, contra un candidato. En esos tiempos los candidatos no cargaban la chorrera de escoltas y funcionarios que hoy arrastran y que pagamos los contribuyentes.
El hecho ocurrió el 18 de noviembre de 1977. Según la prensa de esa fecha, el hombre habría gritado: “Para que no llegues a Miraflores” , lo que no sirvió de nada, pues, Luis Herrera llegó.
Como Pedro González Salazar, fue identificado el hombre que le asestó un cabillazo en la frente cuando éste salía de una convención política en Parque Central. Más tarde se supo que el agresor sufría de problemas mentales.
Regresan los intolerantes
46 años después, cuando creíamos haber superado ciertas conductas primitivas, un aspirante presidencial es agredido en Venezuela, se trata de Henrique Capriles Radonski, quien fue atacado por un grupo de mujeres.
El precandidato presidencial de la oposición denunció el viernes que sufrió una agresión cuando un grupo de mujeres, lo atacó durante un recorrido en una comunidad del estado Carabobo.
Es muy triste ver el video y buscar detalles sobre este ataque. Como una jauría, las “damas revolucionarias” espernancaron una cachetada al candidato y luego lo siguieron para continuar agrediéndolo.
Qué clase de política es esta. Quien puede defender esta barbarie. En este país, el Fiscal General ordena detener a quien golpee un perrito o un gato, pero no a una jauría de mujeres que atacan a un político.
Quien esto escribe difiere de Capriles en lo político, sin olvidar que Capriles encabezó acciones que en lo absoluto no comparto. Pero de allí, a llegar a aplaudir o celebrar esta agresión, mi nivel no llega tan bajo.
Algunos argumentan: “el pueblo con hambre, cansado, golpeó a uno de los responsables de la crisis”. En el video no veo pueblo con hambre ni mal vestido.
Sorprende el silencio del gobierno. Sorprende como algunos hacen chiste de esto. Sorprende lo mal que estamos.
Pregunta incomoda
¿Qué hubiese ocurrido si un grupo de mujeres hacen lo mismo con algún dirigente del chavismo? La respuesta ya la sabemos. Entonces, si la agresora está plenamente identificada. ¿Por qué no es detenida?
Acaso eso no es lo que se conoce como incitación al odio, según el mamotreto de ley aprobada hace algunos años.
Es muy triste ver como unas “damas” son enviadas o van por “iniciativa propia” a agredir a un candidato presidencial.
“Ninguna mujer se debe valer de su condición para agredir a nadie, porque si le devuelven el golpe va a alegar “violencia de género”. Difiero totalmente con Capriles en lo político, pero defiendo sus derechos”, esta afirmación la emitió Mary Pili Hernandez, periodista y exministra, actualmente se define como chavista, nada que ver con la oposición.
Actitud
Un verdadero revolucionario, un socialista que pregone la justicia, solidaridad e igualdad, un cuadro formado, rechazaría esta conducta rastrera y vergonzosa. El primero en rechazar esto, debió haber sido el mismo Presidente.
Ejemplo
En el canal del Estado, VTV, el día que Luis Herrera Campins como candidato presidencial de COPEI recibió el “cabillazo” en la frente, fue invitado de inmediato y allí apareció, en una cabal repuesta a esa violencia que el país entero rechazaba.
Los miserables
Ahora vivimos la sociedad de la agresión, de la burla y el cinismo. La doble moral reina entre nuestros pichones de políticos.
Si la agresión la recibe alguien de mis filas, denuncio y exijo justicia. Si la agresión la recibe uno que me adversa, entonces, hago silencio o me burlo.
La misma actitud miserable y rastrera de burlarse de los políticos muertos. Los necrófilos de mierda que luego quieren darnos clases de democracia y tolerancia.
Contradicción
En la narrativa política celebran el retorno al terreno electoral de la oposición. Si lo que se quiere es propiciar la participación y motivar a otros a entrar en el camino democrático: ¿qué ganamos con esta acción de primates?
Si acciones como estas no se sancionan, entonces volverán a ocurrir. La gran interrogante es: ¿Quién gana con esto?
Orlando Medina Bencomo / El Tubazo Digital
https://eltubazodigital.com/featured/dios-santo-esto-descubrio-el-cicpc-sobre-la-nina-ahorcada-en-calabozo/2023/06/04/