Parece cuestión de tiempo para ver la desaparición de los medios impresos en Venezuela. La constante represión que hay sobre los periodistas que intentan conseguir información, las amenazas personales que sufren los comunicadores en medio del ejercicio de su oficio, los bajos sueldos devengados por los profesionales y la monopolización de la venta de papel por parte del Gobierno acaban con la libertad de prensa.
Mariela Torrealba, profesora asociada de la escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y una de las fundadoras del portal digital Medianálisis, advierte sobre la realidad a la que están expuestos los comunicadores y asegura que, al menos el 54 % de los periodistas de calle sufren amedrentamiento por parte de las autoridades gubernamentales.
“En una encuesta realizada a 350 periodistas a nivel nacional hemos comprobado que los comunicadores son víctimas de amenazas. Los periodistas sufren agresiones físicas y verbales, reciben amenazas, son detenidos o reportan pérdida de equipos en el ejercicio de su profesión”, dice Torrealba. La profesora comunicacional lamenta el panorama con el que deben lidiar los medios independientes, pues considera que la opresión gubernamental acabará con las pocas ventanas informativas que sobreviven.
“Hace poco encontrábamos periódicos en todo el país, pero ahora el panorama es muy distinto. Hay lugares en Venezuela, como Acarigua o San Juan de los Morros que no tienen ni un solo periódico en circulación”, dice.
El tema salarial es otra de las preocupaciones expresadas por Torrealba. Según la encuesta realizada por Medianálisis, sólo el 40 % de los periodistas cobra al menos dos sueldos mínimos. “De qué sirve ir a trabajar si lo que ganan no les alcanza”, cuestiona.
LA PRENSA ha vivido en carne propia la vulnerabilidad comunicacional denunciada por Torrealba. En los últimos doce meses, ocho equipos reporteriles han sido amenazados, golpeados o robados.Algunos de los periodistas afectados terminaron haciendo a un lado el oficio por considerarlo “riesgoso”.
Tan dramática es la situación que atraviesan los medios en la región que, en los últimos tres meses, dos periódicos larenses han dejado de circular por la falta de papel. Los otros dos medios que se mantienen en pie (LA PRENSA y EL INFORMADOR) circulan de lunes a viernes.