El referido parásito, conocido científicamente como Naegleria fowleri, es una ameba de vida libre que ha existido toda la vida. Así lo indicó Leopoldo Cordova, médico infectólogo, pediatra y profesor de la Universidad José María Vargas en Miami.
El infectólogo explicó que la incidencia de estos casos es mínima y que se ven dos casos al año en EE.UU.
Asimismo, indicó que debe haber una serie de condiciones para que la persona se vea afectada gravemente por el parásito.
“Si solamente se ingiere el agua, probablemente tendrá consecuencias como diarrea”, precisó. “Sin embargo, si este agente entra por la mucosa nasal, que tienen contacto directo con la parte cerebral, tendrá grandes consecuencias”, añadió.
También aseguró que este parásito vive en aguas calientes, puede estar en estanques o ríos que se calienten en el verano. Igual, puede estar presente en piscinas que no han sido tratadas de forma adecuada.
Cordova recordó que, en este caso, la persona se realizó un lavado nasal. Es decir, la carga de agua contaminada con parásitos comecerebros que entró por la nariz fue muy grande.
“Debemos procurar bañarnos en aguas que no se crean son empozadas, hacer actualización de los protocolos de las piscinas y realizar los lavados nasales con agua hervida”, acotó.
Con información de MundoUR