No se puede acusar al chavismo de haber ignorado o pasado por alto el encendido de la alarma. Pero resultó más que evidente que los correctivos que instrumentaron no remediaron la grieta fundamental. Es obvio.
En honor a la verdad, la alta dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela hizo un tremendo esfuerzo para salir del atolladero: llevó a los mejores cuadros para tratar de remendar la grieta abierta; cambió el candidato; mandó un escuadrón de líderes, diseñó nuevas tácticas y estrategias. Pero el resultado de lo esperado no funcionó y con daños que seguramente requerirán de una discusión y reflexión muy profunda.
Una primera valoración hace sospechar que los remiendos aplicados no fueron los que la alta dirigencia esperaba alcanzar. Un líder joven, emocionadamente emparentado al liderazgo de Hugo Chávez; una campaña publicitaria muy intensa y penetrante y la presencia activa de notables figuras de la dirección nacional del PSUV no fueron suficientes para salvar al movimiento revolucionario de una derrota que tiene un incuestionable significado muy especial por haberse producido en el estado natal del comandante eterno.
En descargo de los estrategas pude decirse que el lapso de algo más de un mes, que medió entre la anulación del anterior proceso y la nueva cita electoral, era demasiado breve como para pedir una corrección de rumbo realmente profunda. Se hizo lo que se pudo en ese breve espacio de tiempo.
La rectificación de fondo solo será viable como fruto de un debate interno que, por supuesto, no se dio en estas pocas semanas, aunque también es obvio que la falta de tiempo no ha sido la principal causa de que ese diálogo interno dentro de los revolucionarios se lleve a cabo.
Aprovechados, burócratas y advenedizos
¿Cuál es la grieta de fondo? Hay razones más profundas que no comienzan ni terminan en Barinas. Estamos frente a un modelo agotado que afectó al Estado venezolano y que se empeñan en reproducir. Un Estado gravemente enfermo que agoniza en manos de oportunistas, burócratas y advenedizos que no le paran bola alguna al Presidente Maduro y se deleitan en sus pequeños cargos y posesiones. Ministros, presidentes de empresas del Estado, funcionarios medios, alcaldes, gobernadores, entre otros, que hacen del ejercicio del gobierno y del poder el festín de Baltazar.
El debate debe ser intenso, a fondo y sin tapujo partiendo de la inmensa necesidad del refuerzo ideológico y la edificación del socialismo, transferir verdaderamente el poder al pueblo y devastar de una vez el oprobioso estado burgués con todas sus lacras y vicios. No hay que seguir haciéndole el juego al capitalismo y a la autocomplacencia, hay que dejar de hacer simple gestión y dedicarse por entero a hacer una verdadera y efectiva Revolución.
Vamos a estar claros, los vicios que pueden englobarse en las lacras de la corrupción y la ineficiencia, resultan especialmente insoportables para las bases chavistas que han aguantado lo peor de estos años de infortunios y desdichas nacidas de la guerra económica interna y del bloqueo y las medidas coercitivas unilaterales (sanciones) del maligno Estados Unidos y sus aliados. Los militantes que observan el alto nivel de vida de muchos funcionarios medios y altos, electos o designados, reaccionan alejándose de la lucha política. Con toda razón.
Llegamos al sitio de no retorno
Puede que estemos en presencia en el mundo chavista de un punto de no retorno, caracterizado por la decepción, la desilusión, la dejadez, la desidia y la repulsión política, una situación diametralmente opuesta a la que se consiguió durante los primeros años dorados de la Revolución.
Mosca, ¿la baja general de la votación del chavismo es una muestra del agotamiento de la expresión político-electoral, provocada, entre otras posibles razones, porque la base popular que ha sustentado a la Revolución, los excluidos de otros tiempos, los trabajadores (en especial, los empleados públicos) están obligados a ocupar todo su tiempo y sus energías en realizar actividades adicionales para sobrevivir en una economía dolarizada de hecho y no de derecho?
En las redes sociales son muchos los que se identifican como chavistas y coinciden en el urgente abordaje del factor económico como causa de la pérdida de cohesión política. Afirman que mientras no se atienda el terrible rezago del ingreso de los trabajadores activos y pensionados, será cada vez más evidente la tendencia a ponerse al margen de la actividad política ya sea absteniéndose o, peor, sumarse a opciones opositoras de derecha.
¿Qué es lo que puede llegar a pasar de consolidarse la sensación de desamparo político? Sin duda alguna empezaría a marcar la conducta electoral en el futuro, uno, que siga absteniéndose y dos que resuelva participar y cambie el rumbo político del país. Esto deben asimilarlo los chavistas.
Continuará…
Politólogo Alex Vásquez Portilla, especial para El Tubazo Digital