La desestabilización que buscaban aquí, estalló en sus países. Reculan, pero sus pueblos avanzan. Sus gobiernos se secan.
Pasó escaso tiempo para que se hiciera añico la mentada restauración conservadora y neoliberal en la región. Las derechas latinoamericanas no aprendieron de las significativas lecciones que trajo la década progresista en América Latina.
Las cúpulas conservadoras intentaron reeditar el fracasado modelo neoliberal que en la década de los 90 hundió a los países de América Latina en más pobreza, desigualdad e injusticia social, sin entender que el período neoliberal está llegando a su finiquito y que comienza un nuevo tiempo con las luchas de los pueblos por un modelo económico y social más igualitario y más justo.
PERÚ. Brotó una importante crisis institucional en este país, con la disolución del Congreso y la destitución del presidente el mismo día, tuvo sus consecuencias en las calles de esa nación.
HONDURAS.Afronta un ruidoso escándalo que acusa a su actual presidente, Juan Orlando Hernández, como cómplice de las bandas del narcotráfico, destapando la cloaca de la tétrica alianza entre crimen organizado, narcotráfico y partidos políticos, en un país que en el año 2011 alcanzó el récord de más de 90 asesinatos por cada cien mil habitantes, superando más de diez veces el promedio mundial de homicidios.
ECUADOR.En este país se desató el rechazo contra el gobierno de Lenin Moreno, quien a través del decreto 833 pretendió aplicar medidas neoliberales, como eliminar los subsidios a los combustibles, por lo que los transportistas reaccionaron contra el paquetazo e inmediatamente los movimientos y la dirigencia indígena encabezó las manifestaciones que se protagonizaron por varios días, en las cuales fueron víctimas de la fuerte represión, ataques, y violencia por parte de las fuerzas de seguridad.
Aunque el traidor Moreno estableció toques de queda los ciudadanos hicieron caso omiso y ante la firme posición del pueblo se logró que el mandatario doblegara y derogara el decreto 883, tras establecer un acuerdo con organizaciones indígenas.
COLOMBIA. El sistemático asesinato de cientos de líderes sociales y defensores de los derechos humanos atenta contra el acuerdo de paz firmado entre las Farc y el gobierno de Santos en el año 2016. Entre tanto, un alarmante 70% de los colombianos rechaza la gestión del actual presidente Iván Duque, al cumplir su primer año de gobierno.
BRASIL. Una huelga nacional por la soberanía de la educación y contra los recortes presupuestarios que adelanta el gobierno de Jair Bolsonaro, moviliza a más de 60 universidades y mantiene en tensión permanente a este país mientras se multiplica aceleradamente la impopularidad de este presidente ultraderechista, homofóbico y racista.
ARGENTINA. Está anunciada la derrota electoral del presidente derechista Mauricio Macri, quien aspira a la reelección, y se da por seguro el regreso de las fuerzas progresistas al poder.
CHILE. En este país queda en evidencia una enorme injusticia social, cultural, económica y política. La buena imagen se sostenía sobre pilares débiles que se apoyaban, en gran medida, en la paciencia de un pueblo abusado que se cansó.
El alza del precio del boleto del Metro es solo la chispa que incendió la pradera, en un país donde los servicios básicos están privatizados, la seguridad social es precaria y los privilegios de algunos sectores han hartado a un amplio sector de la población que se siente desplazado.
México.El triunfo electoral de López Obrador, hace un año, le abrió las puertas del poder a la izquierda, por primera vez en su historia. Y en Bolivia, ganó con más del 10% de los votos, Evo Morales en los comicios del 20 de octubre.