El acceso adecuado a la atención de la salud, los programas de intervención temprana y la enseñanza exclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y desarrollo de la persona.
Es por ello que en el año 2011, la Asamblea General de la ONU designó el 21 de marzo el Día Mundial del Síndrome de Down.
Con esta celebración, la Asamblea General de la organización quiere aumentar la conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. También resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propia decisiones.
En esta fecha la Organización de la Naciones Unidas crea charlas y eventos relacionados a esta condición humana.
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