Sin embargo, directores de Fedeagro aseguran que dada las condiciones actuales –desabastecimiento de agroquímicos, repuestos y cauchos; inseguridad rural; obsolescencia de la maquinaria y crecimiento exponencial de los costos de producción– se necesitan hasta 7 años para que Venezuela sea autosuficiente en rubros agrícolas.
“Es totalmente impensable alcanzar una soberanía en cualquier rubro vegetal en los próximos meses con déficit en el acopio de fertilizantes, semillas, lubricantes y gasoil, más la inseguridad rural y la falta de repuestos y tractores”, sostuvo Celso Fantinel, primer vicepresidente de Fedeagro.
Indicó que apenas cubrieron 25% del consumo nacional con la última cosecha de 2017 y que para la de 2018 no se perfila un mejor panorama por la falta de agroinsumos. “Varias asociaciones en Portuguesa tenían una intención de siembra de50.000 hectáreas, pero visto el acopio avizoran que no van a poder sembrar ni 20.000, lo que es dramático. Sería descabellado dejar de importar si no tenemos una soberanía alimentaria”, indicó.
El ingeniero agrónomo Sergio Bernáez afirmó que el cese de las importaciones, con una producción nacional tan disminuida, solo provocará mayor desabastecimiento y más hambre. “Cuando la bonanza petrolera nosotros le advertimos al gobierno que invirtiera en el aparato productivo y consolidara al productor, pero no lo hizo. Ahora el sector no tiene semillas, el parque de maquinarias agrícolas está obsoleto y hay un atraso tecnológico”, agregó.
José Luis Pérez, director de arroz de Fedeagro, es de la misma opinión. “Dejar de importar de la noche a la mañana significa que la población no tendrá acceso a los rubros de ninguna manera porque no van a existir. Además, el cese de las importaciones no solo generará más escasez, sino también más alzas en los precios de los productos. Son intenciones que en verdad no se compaginan con la realidad del país. Venezuela no tiene la capacidad inmediata para producir por las condiciones actuales”, señaló.
El director ejecutivo de Fedeagro, Pedro Vicente Pérez, advirtió que si persiste el escaso suministro de los insumos que necesitan los productores, con el cese de las importaciones habrá un aumento en el desabastecimiento. “La escasez se va a sentir a final de año”, dijo.
“Nosotros no vamos a autoabastecernos en lo inmediato. Sustituir las importaciones por la producción nacional es algo que debieron haber visto hace 20 años”, sostuvo.
Señaló que la decisión de dejar de importar no puede ser solo un anuncio y que debe estar acompañado de planes de acción con el Ministerio de Agricultura Productiva y Tierras y el Ministerio de Alimentación. “Deben hacerse estudios técnicos y balances para saber cuántos insumos se necesitan, cuántos productores hay en el campo, cuántos repuestos y maquinarias se requieren y cuántas hectáreas hay disponibles”, explicó.
Fuente
Carlos Seijas Meneses