I Cinco claves sobre la unidad
1 Si no eres un imán estas en problemas. Cuando se quiere lograr la unidad debes atraer no repeler. Si tu personalidad y tus acciones no ayudan a sumar debes revisar o designar voceros o intermediarios.
Robert Greene, en su libro “Las 48 leyes del poder” establece como Ley número 8:
“Haz que la gente vaya hacia ti y, de ser necesario, utiliza la carnada más adecuada para lograrlo”.
En política la carnada no puede ser una sola. Desde motivación, diálogo y cambios hasta espacios.
2 La unidad no puede ser solo con afines, con quienes piensan igual a mí. Adecos y comunistas, lucharon juntos para derrocar una dictadura. Lo mismo pasó en la segunda guerra mundial. La necesidad me hace unir, incluso con los que piensan y actúan diferente.
El Psuv aspira mantener el poder, por eso se replantea una estrategia de unidad, será el símbolo que más sonará internamente. La oposición aspira tomar el poder, primero deberá mostrar su fortaleza, que no es otra que la unidad.
3 Nelson Mandela estuvo encarcelado 27 años en Suráfrica, liberado en los años 90 pasó a ser presidente de la república en 1994. Mandela enfrentó un régimen segregacionista, una minoría blanca que sometía a una mayoría negra.
Ese régimen era representado por Frederik Willem de Klerk. Fue él a quien le tocó liberar a Mandela, de Klerk fue vicepresidente de Mandela y recibió premio Nobel de la paz junto a este.
Mandela entendió que la unidad salvaría al país, esa fue su obra. Su carcelero fue su segundo a bordo. Los partidos políticos necesitan mediadores y constructores de puentes, por eso, mientras algunos ladran y tiran piedras, nuestros líderes se reúnen, acuerdan, coinciden y difieren.
4 “No construyas fortalezas para protegerte: el aislamiento es peligroso” la frase anterior es una de las llamadas 48 leyes del poder. Es lo que hemos venido llamando “burbuja”. Cuando no hay unidad se crean fortalezas y burbujas, espacios con murallas.
En ocasiones las murallas son construidas por otros, para que el líder no escuche ni vea otras realidades. Nunca olvide que pocas cosas son más importantes que crear equipos de trabajo y estar en contacto con ellos.
5.– Mi amigo Rafael Serrano Toro, conocido como “Barrabás” mientras hacíamos trabajo cultural, me enseñó un refrán africano:
“La unión del rebaño hace que el león se acueste sin comer”.
En política, los “rebaños” son variados, allí está la clave. Quien quiera unidad debe respetar y valorar a sus militantes políticos. Ellos son los que posibilitan el triunfo.
En una ocasión el expresidente Carlos Andrés Pérez, luego de que un periodista le planteara una serie de problemas que afectaban al país, este dijo: “Es que yo no soy “Supérman” (así como se ve, con tilde en la e). Nunca olvides delegar buena parte de tus tareas. Los superhéroes no existen.
II La marcha roja
El pasado jueves 14 el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) marchó en la capital del Guárico. Nada nuevo, pues lo viene haciendo desde hace algún tiempo en todos los municipios.
Como es costumbre, la primera reacción de algunos opositores y otros eruditos del facebook, fue la de negar la marcha, descalificarla, asegurar que eran “cuatro pelagatos”.
La marcha ocurrió, fue un hecho, personas de carne y hueso marcharon. Como cuando vino María Corina, Prosperi o Capriles. Nada puede negar esta realidad.
La negación
Da tristeza leer y escuchar a “comentaristas” minimizando o negando los hechos. Es una costumbre que utiliza oposición y gobierno.
Si algo he aprendido en la psicología de la comunicación es que la negación, es simple y llanamente una acción de rechazar o ignorar información, pensamientos o emociones que son difíciles de aceptar.
Puede manifestarse de diversas formas, desde negar la existencia de un problema hasta minimizar su importancia o distorsionar la realidad para que se ajuste a nuestras creencias o deseos. Eso pasa en política, en el fondo es un “autoengaño”.
La marcha
Para los seguidores del Psuv fue una concentración “de las más concurridas en Roscio”. El Psuv lanzó un mensaje “seguimos movilizándonos y saliendo a la calle”.
Los consultados estiman la asistencia entre 2.500 y 3 mil personas. Si usted es de los lectores que duda, lea el siguiente párrafo.
Dirigentes opositores que presenciaron la marcha, realizaron las críticas de siempre, pero en el tema de la asistencia: estimaron 2 mil personas, estoy hablando de opositores de verdad. Allí estuvieron, no valoramos opiniones de quienes no estuvieron presentes.
La primera pregunta que cabe hacer ¿Quién moviliza en este momento esa cantidad? Supongamos que usted me diga que solo había mil personas o 500, yo le repregunto ¿qué partido está en capacidad de movilizar esa cantidad?
El Psuv ratificó el jueves que tiene una dirigencia, una base y una militancia, además de un poder para movilizar, palabra clave en tiempo de elecciones.
El llamado se hizo a las estructuras, no fue un llamado “al pueblo chavista”. Esto deja en evidencia una fortaleza organizativa. Una UBCh por centro electoral, un equipo que ninguna otra organización tiene.
Hay un elemento llamativo y es que esta marcha se hizo sin presencia de ningún dirigente nacional. Un invitado ayuda a que otros se motiven y asistan. Solo José Gregorio Vielma Mora, pero este no cuenta, pues es enlace para el estado.
Es lo normal que en una concentración asistan trabajadores y directores de instituciones, pues se entiende que muchos de estos son parte de la dirigencia. Siempre ha sido así en la IV y en la V.
Claro está, se podría decir que la mitad, según usted, pudieran ser más o menos, son funcionarios públicos. Pero hay un porcentaje significativo de estructuras del partido (movilizadores, caballitos de batalla), la maquinaria y su composición.
Lo que vimos fue un “grupo” de personas marchando, y todo grupo tiene un comportamiento social y unas motivaciones.
Algunos podrán decir que estaban “obligados”, “por una bolsa” o por otra razón. Algo si es cierto, nadie tiene porcentaje real de supuestos obligados, pagados o transportados. La especulación y el ojo por ciento es un error garrafal en política.
Advertencia
Confiar en el voto de instituciones gubernamentales, sobre todo el sector salud y educación, entes de mayor nómina, puede ser un error debido a la situación actual de los salarios. Una cosa es marchar y otra es votar.
Las marchas y concentraciones no bastan, en política hay que “tocar” al marchante, “ratificar el compromiso”.
Una mala costumbre que afecta a todo mitin, es el de retirarse mientras los líderes hablan. Oposición y chavismo deben ajustar sus tiempos, más precisión narrativa, escoger los mejores oradores y garantizar que la deserción sea mínima.
No cabe duda que pese a la situación actual, la fuerte crisis económica y política, la ausencia de algunos cuadros, entre otros factores, la marcha fue “aceptable”.
En la oposición, quienes hacen política con “P” mayúscula, quienes no se dejan llevar por hormonas, quienes vieron la marcha, se preocuparon, algo está haciendo el Psuv para reorganizarse, toca investigar.
El reto
Toca la unidad y la motivación al voto. Hay algo que los chavistas llaman “el lecho de roca”, es una metáfora para citar a los dirigentes de base, los fundamentales.
Lecho de roca, es una roca maciza, dura, inquebrantable que se encuentra en la superficie de la tierra o bajo ella; se emplea como base para los cimientos de una construcción.
El Psuv al igual que a los partidos fuertes de oposición, les faltan algunos lechos de roca, líderes que no están asistiendo.
Finalmente, en la marcha rojita del jueves, los partidos aliados mostraron lo poco que tenían para apoyar a Maduro, el Gran Polo también debe revisarse.